Según el Observatorio Nacional de Atenas, la circulación atmosférica sobre Grecia favorece la transferencia de masas de aire caliente de África a Grecia, lo que provoca temperaturas muy altas y la transferencia de cantidades significativas de polvo sahariano.
ORESTIS PANAGIOTOU/EFE/EPAEl polvo procedente de África cubre la zona arqueológica de Acrocorinto, en Corinto, Grecia.
VASSILIS PSOMAS/EFE/EPALa gente pasea mientras el polvo africano cubre el cielo de Atenas, Grecia.
GEORGE VITSARAS/EFE/EPALa gente pasea por la zona de la Acrópolis mientras el polvo africano cubre el cielo de Atenas, Grecia.
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