Censo de la vida marina. Una Chuneola Paradoxa, una pulga marina que vive de otras especies, normalmente de medusas. Es una de las especies que protagonizan el Primer Censo de la Vida Marina (CVM), producto de diez años de investigaciones a cargo de 2.700 científicos de todo el mundo. El trabajo, que ha tenido un costo económico de 650 millones de dólares, muestra la gran diversidad y abundancia de todos los tipos de vida marina, desde los microbios a las ballenas, desde los polos a los trópicos y desde las costas a los fondos abisales.
Russ Hopcroft/ CMarZ/ Universidad de Alaska Fairbanks / EFEUn especimen de Marrus orthocanna, un animal que tiene varios estomágos. La diversidad queda demostrada por los casi 30 millones de observaciones realizadas de 120.000 especies en el censo. Esto sitúa el número de especies formalmente descritas en la literatura científica en algo menos de 250.000, aún muy lejos del más del millón de especies que pueblan los océanos.
KEVIN RASKOFF/ CMarZ/ Universidad de Alaska Fairbanks / EFEUn Alciopidae, una especie de gusano marino. Los autores del censo explican que se siguen descubriendo anualmente entre 100 y 150 nuevas especies de peces, y que la estimación es que aún quedan otras 5.000 por descubrir.
Russ Hopcroft/ CMarZ/ Universidad de Alaska Fairbanks / EFEUn caracol Cyphoma gibbosum, cerca de la isla de Gran Caiman, al noroeste de Jamaica. Según los autores del trabajo, en Europa el 10% de especies (sin contar los microbios) aún están por describir, un porcentaje que aumenta al 38% en África del Sur, a casi el 60% en la Antártida, al 70% en Japón, y al 80% en Australia.
Kacy Moody/ CMarZ/EFE