El belga Weylandt se impone en un apretado 'sprint' en Valladolid

De izquierda a derecha: Alexandre Usov, Wouter Weylandt y Matti Breschel, en la llegada a Valladolid de la Vuelta 2008 (REUTERS)
De izquierda a derecha: Alexandre Usov, Wouter Weylandt y Matti Breschel, en la llegada a Valladolid de la Vuelta 2008 (REUTERS)
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De izquierda a derecha: Alexandre Usov, Wouter Weylandt y Matti Breschel, en la llegada a Valladolid de la Vuelta 2008 (REUTERS)
Uno de los puntos fuertes de las grandes rondas por etapas es que una victoria parcial dota al corredor afortunado, cuando éste es joven y comienza su carrera deportiva o no ha logrado muchos triunfos tras algunas campañas como profesional,
de una gran notoriedad. Una victoria que, además, le puede apañar un mejor contrato para la siguiente campaña.
Al igual que le pasó en Zaragoza a Sébastien Hinault, y tras tres temporadas como profesional en el Quick Step,
el belga Wouter Weylandt logró la mejor victoria de su corto palmarés.

Weylandt, un hombre rápido y gregario en esta Vuelta de Tom Boonen (biganador de etapa en la ronda española), aprovechó su oportunidad en la apretada llegada de Valladolid, meta de la decimoséptima etapa de una Vuelta a España que recuperó la normalidad. Por un día no hubo, o no se vendió, ningún pique entre el Astaná de Bruyneel y el Xacobeo de Álvaro Pino. El pelotón, por su parte, tampoco hizo una huelga encubierta, aunque sí se tomó el día con tranquilidad, dentro de unos márgenes de coherencia.

Oportunidad para los secundarios

Los grandes velocistas de esta edición se han ido para casa. Salvo Boonen, que se descolgó del pelotón dentro de los últimos mil metros de la etapa, o el alemán Erik Zabel, que pinchó en los últimos kilómetros y que, por su edad, es más un nombre ilustre que un aspirante real en el sprint actual, no hay muchos más nombres de prestigio. Los que aguantan, son secundarios. Era una buena oportunidad para que el vitoriano Koldo Fernández de Larrea (Euskaltel) diese un pasito al frente esta campaña, pero sólo pudo ser cuarto.

Los 148 kilómetros entre Zamora y Valladolid fueron una jornada sin ningún tipo de consecuencia para la general. Alberto Contador sigue como jersey oro y, como quedó patente camino de Ponferrada, no habrá ningún tipo de lucha entre los favoritos hasta la cronoescalada de Navacerrada del sábado.

Horrillo y Ruiz, los protagonistas

Pedro Horrillo (Rabobank) atacó en el kilómetro 12 y, poco después, se le unió el cordobés José Ruiz en el enésimo intento de fuga del Andalucía-Cajasur. Y desde ahí, pareja de hecho sobre el asfalto, hasta que fueron cazados en el kilómetro 142.

Este jueves la ronda española llega a la Comunidad de Madrid con una etapa, la 18ª, que unirá Valladolid y Las Rozas sobre 167,4 kilómetros y el Alto de Los Leones (1.510 m), de segunda, como mayor dificultad orográfica. Pronóstico claro: o escapada o nuevo sprint.

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