Cuando el pasado viernes el Arsenal hizo oficial que Arsène Wenger no iba a continuar la próxima temporada, el francés pasó a ser, como no podía ser de otra forma, la gran figura del día. Después de 22 temporadas en el club se iba a poner punto y final a una etapa que, más allá de que tuviera muchas sombras en su parte final, ha marcado una época en el fútbol inglés.

El mensaje de Ivan Gazidis, director ejecutivo del club, fue claro: "Hemos tenido una conversación y Arsène ha tomado su decisión. Ahora es el momento de encontrar a su sucesor", afirmó. Unas declaraciones que eran coherentes con respecto al enorme peso que tiene la figura del técnico francés. Sin embargo, sus palabras en la previa del encuentro ante el Atlético de Madrid han llamado la atención

Cuestionado sobre por qué había decidido marcharse cuando aún le restaba otro año de contrato, fue sincero: "Bueno, no ha sido realmente mi decisión", aseguró Wenger. "Continuaré trabajando, de eso no hay duda", además de asegurar que con los ajustes adecuados, su sucesor puede "pelear por la Premier League".

Ganar la Europa League es la última oportunidad para Arsène Wenger de ganar un título con un club del que es una de las piezas más importantes de la historia. Además de esto, sin duda clave a nivel de motivación, está la trascendental importancia que tiene para el Arsenal vencer la competición, porque es la única opción que tiene el equipo de jugar la Liga de Campeones la próxima temporada.