Después de las presentaciones del Giro de Italia y el Tour de Francia llega el turno de la Vuelta a España. Aunque con rumores y filtraciones, interesadas, de sondeo. La próxima edición de la ronda podría obviar su tradicional final en la calles de Madrid para, como ya sucedió en 1993 (entonces dentro de los actos programados para un año Xacobeo que también patrocinaba el en aquellos tiempos jersey amarillo), concluir en Santiago de Compostela.

La plaza del Obradoiro de la capital de Galicia pondría el punto final con una contrarreloj individual nocturna el 14 de septiembre a una edición que arrancará el 23 de agosto en Jerez de la Frontera  y permanecerá tres jornadas en suelo gaditano.

Según adelanta La Voz de Galicia este viernes, Unipublic, que en su momento barajó la idea de regresar a las Islas Canarias finalizando la carrera allí, algo descartado por el director Javier Guillén, baraja seriamente esta opción dentro de un proyecto que incluiría tres etapas en suelo gallego y le darían continuidad al protagonismo de esta zona en los dos últimos años.

Una de estas etapas gallegas tendría final en el Puerto de Ancares, una ascensión de gran dureza (uno de los pocos puertos de paso de la geografía española con porcentajes sostenidos por encima del 10%) que debutó en la carrera en 2011 y que, dentro de los planes de la organización, sería afrontaba por una vertiente inédita de porcentajes extremos (hasta el 18%): por la braña de Pan do Zarco.

La Vuelta volvió a finalizar en Madrid con regularidad desde que Unipublic se hizo cargo de su organización. Mientras El Correo de Bilbao se encargó de la organización, los finales habituales tenían lugar sobre todo en la capital vizcaína, pero también en San Sebastián.