El viento valenciano, o se pasa o no llega

El comité de regatas anuló la jornada de la Copa Louis Vuitton por la enorme fuerza del aire.
La tripulación del Desafío Español, a la espera de iniciar una regata que no comenzó. (Heino Kalis / Reuters)
La tripulación del Desafío Español, a la espera de iniciar una regata que no comenzó. (Heino Kalis / Reuters)
La tripulación del Desafío Español, a la espera de iniciar una regata que no comenzó. (Heino Kalis / Reuters)
Quizá, efectivamente, el cambio climático sea el culpable. Lo cierto es que la Copa Louis Vuitton de vela, antesala de la Copa del América, volvió a vivir una nueva suspensión. Si en jornadas pasadas el protagonismo fue la falta de viento, ayer el culpable de la anulación fue el exceso.

Cuando la tercera manga del segundo round robin, en la que el Desafío Español debía enfrentarse al Areva francés, estaba próxima a su inicio, el viento superaba los 23 nudos que el reglamento establece como máximo para competir. Por ello, el Desafío se enfrenará hoy a los franceses y al Mascalzone italiano, un barco que ayer fue multado con 10.000 euros por usar pintura no homologada por el reglamento en su casco.

La presencia de una zona de bajas presiones al noreste de Valencia fue la culpable de que ayer hubiera rachas de más de 30 nudos. Los barcos clase Copa del América, en estas condiciones, no pueden navegar con seguridad, ya que están diseñados para hacerlo en un rango inferior y su fiabilidad peligraría.

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