El doble campeón mundial Sebastian Vettel fue el mayor beneficiado en el GP de Singapur, al conquistar su segunda victoria de la temporada —vigésima tercera de su vida— y situarse segundo en la clasificación del campeonato, a 29 puntos de Alonso (que tiene 194), además de repetir victoria en Singapur, tras su triunfo en 2011.

Tan sólo una investigación de los comisarios por una maniobra con Jenson Button con el coche de seguridad en pista -cuando casi se tocan tras un frenazo del alemán- puso en riesgo su victoria, pero finalmente no hubo sanción y Vettel respiró tranquilo.

El español de Ferrari volvió a demostrar su talento y buen hacer, y con un coche que a priori rendía menos que los McLaren y los Red Bull, consiguió ser tercero por segunda vez consecutiva, después de su actuación en Monza (Italia) hace quince días.

De esta manera, Alonso mantiene un cómodo colchón al frente de la lucha por el título, en una carrera accidentada y muy espectacular, gracias al trazado urbano y a la singularidad de disputarlo de noche, aspecto que tiene en exclusiva Singapur.

Lewis Hamilton, hasta este fin de semana el rival más temible para Alonso, parece haber pasado a un segundo plano y casi casi ha dicho adiós al título tras su abandono. Está ahora con 142 puntos, cuarto en la clasificación general.

El británico es superado por Kimi Raikkonen, que cuenta con 149 puntos en su casillero y ahora es tercero.