"Cuando la naturaleza es tan salvaje, al hombre sólo le queda sobrevivir"

  • Fue rescatado de una tormenta cuando participaba en la Velux-5 Oceanos.
  • Narra su experiencia en esta vuelta al mundo en solitario.
  • Llegó a pensar que ahí terminaba todo.
Unai Basurko, tras regresar a tierra para reparar su barco 'Bakea' (paz). (Efe)
Unai Basurko, tras regresar a tierra para reparar su barco 'Bakea' (paz). (Efe)
Efe
Unai Basurko, tras regresar a tierra para reparar su barco 'Bakea' (paz). (Efe)

El navegante vasco Unai Basurko, que en la madrugada del miércoles regresó a Getxo para reparar los daños de su barco por el fortísimo temporal que azotó a la flota de la Velux-5 Océanos, aseguró haber vivido momentos que le hacen darse cuenta de que, "cuando la naturaleza es tan salvaje, el hombre no es nada".

"Ahora me río porque estoy contento de haber amarrado el barco. Pero ahí fuera no hay momentos para reirse. No es miedo, sino que es una situación tan bestia, tan fuerte, la naturaleza es tan salvaje que el hombre pasa a ser nada. Te queda sobrevivir: sobrevivir significa abrigarte, amarrarte, comer, encontrarte bien", explicó Basurko.

Ahora me río porque estoy contento de haber amarrado el barco, pero ahí fuera no hay momentos para reirse

El marino vizcaíno, tras vivir una experiencia extrema entre vientos de más de 70 nudos y olas de 14 metros, aseguró sentirse "más fuerte que nunca" y "dispuesto a salir" en cuanto repare los daños en las velas ocasionados por la galerna y desaparezca de los partes la amenaza de tormentas en el Cantábrico.

"Como pelear con Tyson sin calentar"

Basurko describió la sensación de encontrarse con ese temporal a las pocas horas de empezar a navegar el domingo en Getxo como "salir a pelear con Tyson sin calentar". El momento crítico se produjo el lunes cuando, situado al norte de la Punta de la Estaca de Bares, se rompió una de las velas.

"El viento era muy fuerte, calculo entre 70-80 nudos. Esta rotura hizo que la vela se quedara como un trapo y el palo parecía que se iba a caer. Tomé la decisión de regresar cuando vi que el palo empezaba a temblar", explicó el portugalujo, quien se puso en contacto con Salvamento Marítimo para alertarles de su situación.

"Es increíble que no se haya caído el palo. Me había preparado todo para que se cayera. Puse en acción la radio-baliza, fui a coger el cuchillo e incluso pensé en ponerme el casco. Ya había planeado todo para cortar el palo", añadió el vizcaíno, quien pasó otro momento de apuro en el cabo de Ajo, de regreso a Getxo, debido a otra fuerte racha de viento. "Pensé que era la definitiva", reconoció.

Una competición para superhombres

La Velux 5 Océanos es una regata para navegantes solitarios que da la vuelta al mundo y que partió el pasado fin de semana del puerto vasco de Getxo y en el que, dada la dureza de la misma, sólo toman parte de ocho navegantes.

De hecho, sólo dos embarcaciones se mantienen en regata: el "Cheminées Poujoulat", del suizo Bernard Stamm, y el "Spirit of Yukoh", del japonés Kojiro Shiraishi, aunque se encuentran inmersos dentro de otra borrasca con vientos superiores a los 35 nudos de intensidad, según informaron los organizadores de la prueba.

El resto de embarcaciones ultiman sus reparaciones en puerto, tras los daños provocados por el temporal, para reincorporarse de nuevo a la competición.

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