El Valencia hizo lo que mejor se le da: no dejar jugar al rival.

Desde el principio, los de Quique Sánchez Flores presionaron a la zona de creación celtiña para impedir que Baiano recibiera balones de espaldas a la portería de Cañizares.

El equipo de Vázquez, que no sabe jugar a defender, intentaba manejar el partido, pero se mostraba incapaz de superar la telaraña 'ché'.

Sin demasiados méritos ofensivos, el Valencia se encontraba con el marcador a favor gracias a un disparo seco de Angulo a la media hora de partido tras una buena jugada de Regueiro. Un gol que a posteriori sería definitivo.

A partir de ahí, el conjunto levantino, con mucho orden, se limitó a intentar dormir el partido. Y así se llegó al descanso.

En el segundo acto, un Celta voluntarioso quería pero no podía y cedía espacios al siempre peligroso Villa, que desperdició un mano a mano con Pinto cuando tenía todo a su favor.

Sólo varios disparos lejanos y alguna que otra internada de Canobbio por la banda izquierda inquietaron la portería de Cañizares, pero el meta valencianista volvió a ofrecer todo un repertorio de seguridad bajo los palos.

Con los gallegos volcados, el Valencia incluso gozó de alguna oportunidad para ampliar su ventaja. Pero el marcador ya no se movió.

El colegiado señaló el camino de los vesturarios y los de Quique se colocan segundos empatados a 58 puntos con el Real Madrid, ya que tiene mejor diferencia en el average particular.

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