Hace tres temporadas estaba consolidado como el tercer equipo de España. Hace poco más de una década, jugó dos finales de la Champions de manera consecutiva. El dicho 'cualquier tiempo pasado fue mejor' no se ajusta a nadie mejor que al actual Valencia FC, inmerso actualmente en una crisis deportiva e institucional como no se recuerda.

Los problemas salieron a la luz hace tres temporadas, cuando el club se vio obligado a vender a sus estrellas. Primero fue la venta de David Villa, después la de Silva y luego la de Mata. Y la situación actual es que cualquier jugador que destaque, debe ser vendido para hacer caja. El último ha sido Soldado, pero le seguirán otros muchos. Porque la situación económica del club es insostenible, acuciante, y hay que vender para asegurar la sostenibilidad del club. Se acabó lo de vivir por encima de las posibilidades.

A todo esto hay que sumar un estadio a medio construir, con el proyecto parado desde 2009, y un crédito de Bankia de 74 millones de euros a la Fundación del Valencia que no sabe como afrontar. La deuda total reconocida por el club es de 275 millones de euros. La avalista, por cierto, la Generalitat valenciana.

La precaria situación económica ha hecho que el nuevo proyecto valencianista se caracterice por la austeridad, y deportivamente el club lo está notando, y mucho. En Liga ocupa los últimos puestos de la clasificación y en Europa ha sido recientemente goleado por el Swansea. Djukic está ya cuestionado y si los resultados no mejoran, será destituido en las próximas semanas. Ya han surgido los primeros rumores sobre posibles sustitutos, y Quique Sánchez Flores y Rubén Baraja podrían tomar el testigo de Djukic si los resultados no acompañan.

La primera final será en Sevilla. Lo más irónico de todo es que hace poco más de un año, el club decidió no renovar a Emery (actual técnico sevillista) pese a quedar varios años seguidos en la tercera posición, clasificarlo siempre para la Champions y llevar al equipo a octavos de final de la máxima competición continental y a semifinales de la Europa League. La afición valencianista fue implacable con el técnico vasco y la directiva, excesivamente ambiciosa, cedió a la presión. Ahora parece un sueño recuperar esa posición deportiva.

La afición 'ché' mostró este jueves por la noche su descontento con el equipo, y fueron miles los que se quedaron a las afueras de Mestalla para mostrar su indignación con la imagen que está dando el equipo.

La Asociación Pequeño Accionista del Valencia ha mostrado su apoyo al entrenador valencianista, Miroslav Djukic, del que destaca que es un hombre que siente los colores del club.

Además, pide paciencia a la directiva y "tener la cabeza fría para no tomar decisiones desmesuradas como se han dado anteriormente en el club", exigiendo confianza en la labor del entrenador serbio.

Sin embargo, se han mostrado muy críticos con parte de la plantilla, al considerar que "no tienen ni la calidad ni el espíritu para llevar el escudo en el pecho" y a los que exige "al menos actitud, ser profesionales"

Además, pide el apoyo de la afición para el equipo y tranquilidad pese a la complicada situación que vive el club.