Torres: "Sacrifiqué dos veces lo que más quería por el bien del Atleti, y lo haría una tercera y una cuarta"

Fernando Torres ante el Bayer Leverkusen.
Fernando Torres ante el Bayer Leverkusen.
EFE
Fernando Torres ante el Bayer Leverkusen.

El delantero del Atlético de Madrid Fernando Torres ha asegurado que sacrificó "dos veces lo que más" quería, que era jugar de rojiblanco, por el bien del club, y que lo volvería a hacer, y ha confesado que el día de su vuelta a la entidad colchonera y su presentación en el Vicente Calderón fue el "mejor" día de su carrera deportiva, "más" que los días que ganó "la Eurocopa y el Mundial".

"Yo quiero lo mejor para el Atleti. Sacrifiqué dos veces lo que más quería, que era jugar en el Atleti, por lo que entendí que era lo mejor para club, y lo haría una tercera y una cuarta", declaró en una entrevista al programa Universo Valdano de beIN Sports.

"Ser capaz de mantener el cariño de los tuyos es el mejor de los títulos", dijo. "Fue como cuando un hijo se va fuera, en mi caso siete años, tu familia sabe que vas a volver. Fue el mejor día de mi carrera, más que la Eurocopa y el Mundial. Sólo para decirme hola", añadió.

Por esa relación, el madrileño consideró que debía decir que se marchaba antes de que acabase el curso. "Mi relación con la gente no es una relación forjada a base de triunfos, sino de sentimientos. Lo hice para que tuviésemos un mes juntos. Mi obsesión era despedirme con tiempo y en el campo. La gente merece otra forma de que yo le diga adiós", continuó.

Sin embargo, abre la puerta a regresar para ayudar al club desde otro puesto. "Es un compromiso que tiene Miguel Ángel Gil Marín. Espero que sea tras varios años, no he tomado la decisión. Ojalá en un futuro pueda estar en el club. Me gustaría aportar todo lo que he aprendido estos años en otros clubes", manifestó.

En una extensa entrevista con Jorge Valdano, Torres habló también de su idilio con la camiseta rojiblanca. "Nací atlético, crecí atlético y ese es mi destino", afirmó. "Cuando uno crece en el colegio siendo el único atlético y teniendo que reivindicarse es algo que te refuerza. No puedes cambiarte la camiseta y dejar de ser atlético", resaltó.

Así, rememoró sus inicios en el primer equipo. "Es una época en la que paso de jugar en el juvenil al primer equipo en menos de un mes. Saltarme tantos pasos naturales me vino bien; la ignorancia me salvó. Debutar con el primer equipo era todo lo que soñaba un chico de la cantera", indicó.

Y llegó su primer gol ante el Albacete en 2001. "Este gol fue fundamental para mí", aseguró, en un partido en el que entró por Kiko. "Nunca coincidí con Kiko en el campo, es una de mis espinas. Era mi referente, todos queríamos ser Kiko. Soñaba con poder jugar con él, habríamos sido una gran pareja", afirmó, desvelando que de esa época viene su sobrenombre. "De ahí viene mi apodo. 'Niño, el balón', 'niño, por aquí'. Subían chavales y no se aprendían sus nombres", dijo.

Además, tuvo un especial recuerdo para el fallecido Luis Aragonés. "Con Luis me pasaron cosas que te pasan como un padre. Te hace repetir las cosas hasta que te salen bien... Me acuerdo de sus consejos a diario. Era muy exigente, me hizo sufrir mucho en la primera temporada con él", aseveró.

Torres destacó además la identidad y la humildad del club madrileño. "El fútbol es cada vez más un negocio más global, se pierde la identidad de los inicios. He tenido gente que me ha ayudado, es la gente que me ha inculcado lo que es el Atleti: trabajar", expuso. "Creo en la importancia de saber de dónde vienes. Estamos viviendo el mejor episodio de la historia del club por el trabajo de antes. No hay que pensar tan a corto plazo. Es importante la evolución, si no te quedas y la distancia con los grandes es mayor", prosiguió.

"Sentí que podía ser un freno y me fui"

El gran cambio en la vida del 'Niño' llegaría con su marcha al Liverpool. "Quería estar en el Atleti toda la vida, pero es un proceso que se va haciendo cada vez más largo. Pienso que yo puedo ser un freno. Un partido que perdimos contra el Barcelona me hizo pensar que estábamos muy lejos de Barcelona y Real Madrid. Siento que está todo tan centrado en mí que quizás no sea positivo para el futuro del club. Entendí que tenía que sacrificar mi sueño por el bien del club. Me hice la promesa de dejar al club en Europa. El tiempo me dio la razón y el Atleti se consolidó, y a mí también me fue muy bien", recordó.

"Es un club con una historia grande, que aspiraba a todo; me podía sentir importante. Tenía a Rafa, a Pepe Reina, a Xabi Alonso, a Arbeloa... Acerté plenamente. Encontré un club maravilloso, con un ambiente en el estadio que cierro los ojos y puedo volver", explicó sobre su llegada al club inglés.

Además, recordó lo que sintió en uno de los primeros partidos en Anfield, y lo que le comentó a Pepe Reina, entonces portero 'red'. "'Pepe, yo creo que en este campo voy a marcar en todos los partidos'. En Anfield me sentía imparable", dijo, además de calificar a Steven Gerrard de "complemento perfecto" para su fútbol.

También coincidió allí con el entrenador español Rafa Benítez. "Rafa no regala un halago. Un día que había marcado tres goles, todo el mundo me felicitaba y me firmó el balón y Rafa me puso 'Muy bien los tres goles, pero hoy has perdido diez balones'. Te ayuda a luchar y a seguir jugando", apuntó.

Por otra parte, habló de su estancia en el Chelsea, con el que ganó una Liga de Campeones y una Liga Europa. "Yo quería ganar. Me fui de mi casa para ganar títulos, y el Chelsea empezaba a conformar un gran equipo. Mi problema en el Chelsea fue la irregularidad; físicamente me encontraba bien, pero era muy irregular, y eso en un club grande no lo perdonan. La expectativa era tan grande que hizo ver esos años peor de lo que fueron", recordó.

Durante la entrevista, Torres rememoró también sus éxitos en la Eurocopa y en el Mundial. En Austria y Suiza, afirmó que llegaron en un momento especialmente delicado. "Venía la hora de la verdad para una generación. Luis consiguió que el grupo creyera de verdad. Los dos partidos amistosos antes de la Eurocopa nos pitaron mucho", subrayó.

Sin embargo, la tanda de penaltis en cuartos ante Italia "cambia todo", en un campeonato que se resolvió con un gol en la final precisamente del 'Niño', como adelantó Aragonés. "Antes de la final, cuando iba a salir al campo, me cogió, me apretó contra la pared y me dijo 'Niño, es nuestro momento, va a salir ahí y va a marcar'. Veía en mí la esperanza de lo que había soñado siempre", afirmó.

En el Mundial de Sudáfrica, en cambio, lo veía claro. "El Mundial he aprendido a valorarlo con los años. Yo sabía que ese equipo iba a ser campeón del mundo", señaló. "Yo quería ser importante, empezó una contrarreloj importante con el doctor Cota, el Celta me puso sus instalaciones. Nos saltamos muchos pasos y conseguí entrar en la lista", explicó sobre su lesión antes de la cita.

"Entrenando veía que no estaba como mis compañeros, y me dolía muchísimo. Cuando eres campeón del mundo se te olvida. (En la final) Me voy lesionado, en camilla, me dicen que somos campeones del mundo y al primero que veo es al doctor Cota", declaró. "Más que las dos Eurocopas y el Mundial es el orgullo de haber pertenecido a ese grupo, forjado a base de críticas", concluyó.

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