Valencia Butelle, Miguel (Jorge López, min 46), David Navarro, Ayala, Cerra, Curro Torres, Hugo Viana, Albiol, Regueiro (Tavano, min 21), Silva (Aarón, min 68), Morientes.

Portuense Melli, Zanoti (Zurdo, min 38), Puig, Salido, Juanma, Rubio (Zúñiga, min 75), Ocaña, Limones, Jorge, Sanlúcar, Jito (Masegosa, min 70).

Goles 1-0 (min 7): Silva; 2-0 (min 45): Hugo Viana.

Árbitro Clos Gómez (Colegio aragonés).

Con un equipo lleno de suplentes, el Valencia solventó  su pase a los octavos de final de la Copa del Rey en apenas siete minutos. El sueño del Portuense, que necesitaba dos goles para darle la vuelta a la eliminatoria, se esfumó con el temprano gol de Silva.

Sin opciones de remontar, y con el Valencia jugando a medio gas, el equipo gaditano tampoco tenía capacidad para imponer su juego, pero se encontraba de vez en cuando con los regalos de un Butelle muy nervioso bajo los palos del equipo local.

El ambiente de Mestalla, bastante vacío de público, no invitaba a la diversión. Y para colmo, Quique Flores volvía a perder un futbolista por lesión. Mario Regueiro, otro jugador de la banda izquierda, tenía que abandonar el campo con una posible luxación de hombro.

En su lugar saltó el italiano Francesco Tavano, en su debut con los valencianistas. El delantero se mostró voluntarioso, especialmente en la segunda parte, pero poco más pudo hacer. También con ganas se vio al canterano Aarón, al que Quique hizo debutar ayer.

Antes, a punto de acabar la primera parte, el portugués Hugo Viana volvía a reivindicarse con un gol que suponía la puntilla definitiva para el Portuense. Final del cuento. Habrá que prestar atención a la lesión de Reguerio, siempre y cuando la relación entre Carboni y Flores no se encrespe aún más.

Carboni no quiere fichajes

Amedeo Carboni, director deportivo del Valencia, afirmó ayer que, pese a que Quique Flores ha pedido refuerzos, «el club no va a fichar por fichar». «Estamos convencidos de que los futbolistas que no juegan habitualmente y los de la cantera están a la altura», señaló. El italiano, además, lanzó un mensaje muy claro: «Si alguien no quiere estar en el barco, puede bajarse».