Posiblemente España no tenga una Lieja-Bastogne-Lieja o una París-Roubaix, pero tiene otras pruebas ciclistas de gran encanto, con el mismo enganche que la San Silvestre Vallecana o la Copa Nadal de natación de Barcelona y con unas connotaciones muy festivas. Las calles más céntricas de Segovia acogieron en la mañana de Navidad la 73ª edición de la Carrera del Pavo, prueba ciclista que se disputa en la modalidad de bicicletas sin cadena y que reunió a alrededor de 5.000 espectadores en todo el recorrido. El premio de un pavo, una botella de cava y un trofeo que distinguen al ganador fueron otro año más para Alfonso Martín.

En una mañana primaveral, la participación fue la más alta de la historia de la prueba, con 65 corredores dispuestos a tomar la salida en la zona alta del Acueducto Romano para atravesar la plaza del Azoguejo e iniciar la subida de la calle Real para tratar de cumplir un recorrido total de 750 metros.

Pese al desnivel existente y la dificultad de no poder dar pedales, varios de los participantes lograron llegar hasta el final del trazado solamente trabajando con los brazos sobre el manillar, lo que obligó a efectuar una carrera de desempate tanto en la modalidad de ruedas normales como en excéntricas.

Un año más tomó la salida Pedro Delgado, el ex ciclista y vencedor del Tour del año 1988, que consiguió en esta edición su segunda mejor marca en la prueba, lo que le valió para ocupar una plaza entre los quince mejores de la competición.