Va camino de convertirse en el culebrón del verano. El fichaje de Robinho por el Real Madrid sigue en punto muerto y el jugador empieza a perder la paciencia. Ayer, en una rueda de prensa en Sao Paulo, el delantero brasileño reiteró su intención de jugar en el club blanco: «Quiero salir del Santos y pretendo resolverlo rápido. No tengo cabeza para jugar más aquí». Según Robinho, su club se comprometió al traspaso al término de la Copa Libertadores: «No sé si es una pataleta del presidente Marcelo Teixeira». El agente del jugador, Wagner Ribeiro, asegura que «el problema ya no es el dinero, sino la negativa de Teixeira a dejarlo marchar». El acuerdo económico, 25 millones de euros, es total, pero el técnico del Santos, Marcello Gallo, se opone al fichaje.