El escolta del Real Madrid Rudy Fernández se mostró decepcionado por la derrota de su equipo en la final de la Euroliga ante el Olympiacos, pero aseguró que los jugadores tienen que tener "la cabeza muy alta", ya que han luchado "contra un grandísimo conjunto".

"No es ninguna sorpresa que el Olympiacos haya llegado dos veces consecutivas a la final y la haya ganado. Nos ha tocado luchar contra un grandísimo equipo, así que tenemos que tener la cabeza bien alta", comentó Rudy tras el choque.

El escolta, de 28 años, negó que los árbitros influyeran de manera determinante en el resultado del encuentro, en el que el equipo madridista cayó por 100-88.

"No me gusta hablar de los árbitros. Es un trabajo muy duro y complicado. Es cierto que al final del partido algunos jugadores y yo nos hemos quejado, pero ha sido más de impotencia que otra cosa. El resultado no tiene nada que ver con el arbitraje", dijo Rudy.

Pese a la derrota, Rudy se mostró optimista y aseguró que el equipo "tiene que aprender de este tipo de cosas" y se mostró convencido de que tendrán "más oportunidades de llegar a una final". "Ahora hay que aprender de este tipo de cosas y saber que tendremos más oportunidades para llegar a una final de Final Four. Nos sentimos mal por la derrota, pero esto es muy largo. Toca centrarse en la liga para poder ofrecerle un título a nuestra afición", concluyó el madridista.

El técnico del Real Madrid, Pablo Laso, afirmó que los 17 puntos de diferencia que adquirió su equipo ante Olympiacos en el primer cuarto de la final de la Euroliga era una ventaja excesiva que les terminó pasando factura.

"Nuestra ventaja en el primer cuarto era irreal porque la diferencia en el baloncesto de ambos equipos no era tan amplia. Posiblemente hemos sido castigados por eso al final", señaló el técnico español en rueda de prensa tras un encuentro en el que los griegos remontaron hasta firmar un 100-88 que dejó al Madrid sin la novena Euroliga de su historia.

Para el preparador español, su equipo no pecó "ni de exceso de confianza ni de inexperiencia", y atribuyó a sus rivales el mérito de haber "sabido cambiar el ritmo defensivamente".

Por detrás en el marcador tras el primer cuarto, el Olympiacos "se quitó toda la presión y pudo cambiar el ritmo con 30 minutos por delante", analizó Laso.

"Con grandes jugadores como (Vassilis) Spanoulis le dieron la vuelta al partido, aunque nosotros todavía trabajamos para volvernos a meter en el duelo. Al final, pudieron con aquella diferencia", apuntó el técnico, que se mostró "orgulloso" de sus jugadores tras la derrota en el O2 Arena de Londres.

"Para perder finales hay que jugarlas. Si hoy no nos sintiéramos como una mierda no seríamos un equipo ganador", señaló Laso, que resaltó que no puede "decir una mala palabra" sobre su equipo porque han firmado "una gran Euroliga".

Con el sonido de los tambores de la hinchada griega retumbando todavía en la sala de prensa del pabellón londinense, Laso sostuvo que el actual Real Madrid es "un equipo con muchísimos talento" al que empuja "cada día a ser mejor individual y colectivamente".

"Es muy difícil decir lo que va a pasar mañana, pero estoy seguro de que este equipo borrará este partido lo antes posible, porque en cuatro días tenemos otra guerra", afirmó Laso.

"Estoy orgulloso de mis jugadores. Les veo entrenar cada día y conozco sus puntos fuertes. También los débiles, y trato de taparlos", señaló Laso.