El jugador del RCD Espanyol Koffi Ndri Romaric se ha mostrado indignado por el penalti por unas supuestas manos señalado por el árbitro Delgado Ferreiro, este domingo, en el encuentro ante el Málaga CF, y ha señalado que el colegiado le dijo que tenía el ojo hinchado por otra jugada.

El jugador marfileño ha insistido este lunes en que el balón le había dado en la cara, como demostraba su hinchazón posterior. "No entiendo por qué ha pitado penalti y por qué el asistente, que no ve nada, también indica pena máxima. No he podido seguir en el campo porque me dolía y me han tenido que poner hielo", ha explicado.

El futbolista blanquiazul ha reconocido que se tapó la cara con la mano, aunque para protegerse, pegada al cuerpo, y no para frenar la trayectoria de la pelota: "Es cierto que toco la cara con mi mano pero creo que es imposible pitar penalti por esto. Durante el partido de la semana pasada hubo dos jugadas igual y no pasó nada".

Romaric, como el resto de la plantilla, se ha mostrado resignado. "Ahora no puedo hacer nada, ha regalado dos puntos", ha comentado. Sin embargo, el marfileño ha lamentado las formas del colegiado: "Un árbitro puede equivocarse pero cuando alguien se dirige a él para enseñarle qué ha pasado debe dedicar un tiempo para escucharle".