Roberto Carlos, lateral izquierdo brasileño del Real Madrid, se emocionó en su última rueda de prensa en la ciudad deportiva, y a cuatro días de cerrar once años de madridista y marcharse al Fenerbahce, reconoció que no quería irse.

Una sonora ovación de todos los medios de comunicación en la sala de prensa de Valdebebas terminó emocionando a Roberto Carlos. Aguantó las lágrimas en una rueda de prensa que le trajo a su cabeza innumerables recuerdos de once años en el Real Madrid. Triste por su adiós, mostró el dolor que siente por marcharse. "Soy madridista y nunca me veía fuera".

"Es muy difícil que llore el domingo, me estoy preparando todos los días para despedirme feliz. Sinceramente, no me veía fuera del Real Madrid, pero las circunstancias del mundo del fútbol me llevan a otro equipo que me da lo que quería aquí", reconoció.

"Tengo muchos amigos aquí, de verdad no quería irme. Pero no hemos llegado a un acuerdo y ya está. Después de once años acabo mi contrato. Mucha gente no creía que me fuera a marchar. Soy madridista y gracias a este club soy reconocido en todo el mundo. Por eso me voy con la cabeza muy alta", agregó.

Se cierra un ciclo blanco El lateral brasileño siente que con su marcha y la de David Beckham

"Se está haciendo una renovación en el Real Madrid, lo que significa que nosotros ya hemos vivido nuestros mejores días. Dejamos verdadera historia del club, hemos igualado o imitado trayectorias de otra época, como la de Di Stéfano. Es un orgullo haber formado parte de otro ciclo tan importante para el madridismo", manifestó.

Centrándose en el encuentro ante el Mallorca, señaló que "despedirse con un título sería inolvidable", pero avisó que no será tan fácil como el entorno madridista espera.

"Queda solo un partido para que la temporada sea muy buena y no vamos a estropear lo que hicimos en todo el año. La gente está satisfecha con el equipo, no podemos estropearlo el domingo. Con un Bernabéu con 80.000 personas, jugándonos la Liga, es el partido más importante para cualquier jugador", agregó.

Se "mojó" por su técnico

"Prefiero no hablar de Calderón. Es una decisión suya hablar con el mister y llegar a un acuerdo. Deseo siempre lo mejor para Capello, fue el entrenador que me trajo y me dio la oportunidad de convertirme en un jugador importante del club".

Por último, emocionado, lamentó marcharse habiendo ganado todo menos la Copa del Rey y agradeció el cariño de todos los madrileños, prometiendo que cuando se retire volverá a vivir en Madrid.

"Me ha faltado la Copa del Rey que no la he ganado y lo mejor que me llevo es el cariño y el respeto de la gente hacia mi".