El futbolista galo confirmó que jugará en el Olympique de Marsella esta temporada tras el partido de segunda ronda preliminar de la Copa de la UEFA que anoche disputó contra el Berna suizo (3-3).

El jugador, que hace una semana dijo en la televisión que quería abandonar el Marsella, se desdijo tras haber disputado unos minutos con la camiseta del Olympique, lo que le imposibilitaba para disputar competición europea con cualquier otro club esta temporada.

"Nunca he olvidado al Marsella"

"Siempre he dicho que soy marsellés, aunque dijera que quería abandonar el Marsella. Nunca he olvidado al Marsella, es mi club, mi camiseta", afirmó el jugador en una pirueta dialéctica destinada a hacer olvidar su tajante declaración del pasado viernes.

"No pasaba nada grave, sólo había pequeñas cosas que arreglar", indicó.

Ya lo ha hablado con el jefe

Ribery se reunió ayer con el propietario del club, Robert Louis-Dreyfus, quien afirmó que "sería un error" para el jugador abandonar el club. "Tiene tiempo, todavía es un muchacho", indicó el millonario, quien aseguró que si el Marsella se clasifica para disputar la próxima Liga de Campeones, Ribery puede "tener ganas de proseguir la aventura".

Falta por saber cómo será recibido Ribery en el estadio Velódromo. Los 2.000 hinchas que presenciaron anoche el partido en Berna mostraron su apoyo al jugador y a través de pancartas le pidieron que siguiera en el club.

Muchos le seguían

Con esta nueva declaración de intenciones, Ribery acaba con uno de los culebrones del mercado de fichajes francés. Varios clubes se lo han disputado, entre ellos el Lyon, que ofreció 22 millones de euros por el jugador, pero también el Arsenal y el Real Madrid han mostrado interés en el internacional.

Además, los blancos estaban interesados en Diarra, del Lyon, y quizá con la posible compra de Ribery al Lyon le interesaran los millones ofrecidos del Real Madrid.

Ahora ya no les hace falta, la negativa de Ribery quizá afecte a los intereses blancos por Diarra.