Los atletas son cada vez más altos, más fuertes, más potentes. Los sistemas de entrenamiento son más estudiados, específicos y perfectos, nada queda al azar. Pero aún hay récords que perduran en el tiempo año tras año, marcas que parecen imposibles de superar y que aguantan a las nuevas generaciones de atletas. Son, eso sí, cada vez menos.

Este sábado cayó una de esas marcas que se mantenían en el tiempo y que estaba, además, en poder de un mito del atletismo mundial: Sergey Bubka. El pertiguista ruso, seis veces campeón del mundo, un oro olímpico y con 35 plusmarcas en su haber, ostentaba el récord de salto de pértiga desde hace más menos dos décadas (1993).

El francés Renaud Lavillenie, el mejor pertiguista de la actualidad y actual oro olímpico, fue el autor de la gesta. Saltó 6,16, lo que nunca había nadie logrado antes, y superó a Bubka. Eso sí, al ser el salto en 'indoor', la marca de Bubka se mantiene como el mejor salto al aire libre (6,14 metros). Ese es el siguiente reto para Lavillenie.

Con la caída de este registro, cada vez son menos las marcas históricas que resisten al paso de los años.

- Mike Powell, salto de longitud. Imposible olvidar su duelo con Carl Lewis en los Mundiales de 1991, en los que batió la marca de Bob Beamon y estableció un nuevo récord mundial con un salto de 8,95 metros.

Mike Powell cree que hay una persona que podría batir su récord si se lo propusiera y se preparara a conciencia para ello: Usain Bolt.

En categoría femenina, la soviética Galyna Chistyakova ostenta el récord desde más años aún, la marca perdura desde 1988 y nadie ha estado a menos de diez centímetros del récord durante esta década.

- Javier Sotomayor, salto de altura. El cubano es, sin duda, el mejor saltador de altura de la historia. Entre sus numerosos logros aún perdura su récord, establecido en 1993 en Salamanca, cuando saltó 2,45 metros.

El ucraniano Bohdan Bondarenko es su máxima amenaza en la actualidad y este verano acarició la gesta, pero se quedó en 2,41 metros en los Mundiales.

Stefka Kostadinova ostenta el récord en categoría femenina desde 1989 (2,09 metros), pese a que Blanka Vlasic estuvo muy cerca de batirlo en 2009 (2,08) y Anna Chicherova en 2011 (2,07).

- Jonathan Edwards, triple salto. En 1995, el atleta británico sorprendió al mundo al conseguir batir en dos ocasiones la plusmarca de triple salto en los Mundiales de atletismo de Goteborg. Nadie había superado hasta ese momento los 18 metros y él lo hizo en dos ocasiones, fijando la marca en 18.29 metros. El récord perdura casi 19 años después.

En categoría femenina, la marca también se estableció también en 1995, cuando la ucraniana Inessa Kravets estableció la marca en 15,50 metros.

"Lavillenie es un gran saltador y ya se veía venir que podía batir el récord de Bubka, ahora el próximo en caer puede ser el de Sotomayor", aseguró Ruth Beitia a 20minutos.

"La técnica ha mejorado mucho en las discliplinas de salto, no sé porqué perduran en el tiempo esas marcas. Ojalá se batan pronto, es cuestión de tiempo",  cuenta la plusmarquista española de salto de altura.

"Ahora hay más controles antidopaje y estos hacen su efecto", afirma a 20minutos Santiago Díez, director técnico de la Federación Madrileña de Atletismo, que cree que esa puede ser una de las claves de que algunos récords perduren durante tantos años.

Además, Díez considera que desde la llegada del profesionalismo al atletismo, "cada vez es más complicado batir un récord, las marcas están ya muy ajustadas".

Usain Bolt es el actual poseedor de las mejores tiempos de la historia en los 100 y en los 200 metros. Las estratosféricas marcas del velocista jamaicano (9,58 y 19,19 segundos) superaron con creces las de sus predecesores y apuntan a cifras que durarán muchos años.

La sensación es que solo Usain Bolt es capaz de superar ambas marcas, especialmente la del hectómetro, y que cuando se retire sus récords permanecerán años o quizás décadas. Solo el tiempo lo dirá.

"El lucha contra sí mismo, ahora mismo es el único que puede batir su récord. Tendrán que pasar muchos años hasta que alguien pueda superar sus marcas, es un atleta que sale uno cada muchos años", dice Ruth Beitia.

Santiago Díez considera que los récords de Bolt pueden durar décadas, pero que acabarán siendo batidos. "Tiene que ser que llegue una figura como él, pero en la velocidad sí que se va a evolucionar. Hay países que tienen más medios y antes no los tenían, como Jamaica. Y luego está el caso de África, cuando se despeje el continente políticamente, tienen mucho potencial", asegura.

España no es país de muchos récords, y son muchas las marcas que perduran desde el siglo pasado. La distancia más 'resistente' es la de 400 metros, pues tanto en los lisos (Cayetano Cornet, 1989) como en vallas (José Alonso Valero, 1987) los mejores tiempos datan de los años 80.

Así, son 11 las disciplinas de atletismo cuyas mejores marcas son del siglo XX (las dos mencionadas, 1.500, 10.000, salto de altura, de longitud, triple salto, jabalina, decatlón y 50 kilómetros marcha).

Nombres ilustres como Fermín Cacho (1.500 metros, 1997), Yago Lamela (salto de longitud, 1999), Fabián Roncero (10.000 metros) y Valentí Massana (50 kilómetros marcha) conservan sus récords y no parece que les vayan a ser arrebatados en breve.

En mujeres, los récords de velocidad de Sandra Myers llevan mucho tiempo y pueden seguir durante bastante más. La atleta española de origen norteamericano tiene los mejores tiempos en 100, 200 y 400 metros.

Maite Zuñiga conserva el de 800 metros desde 1988 y Niurka Montalvo el de salto de longitud desde 1999. Son 11 también los récords femeninos que se mantienen desde el pasado siglo.