La afición del Liverpool volvió a demostrar que Anfield es un lugar especial donde los jugadores 'reds' son acogidos con cariño sin importar los errores que hayan podido cometer: que se lo digan a Loris Karius.

El portero volvía a presentarse ante su afición tras la final de la Champions del pasado mes de mayo en Kiev ante el Real Madrid. Aquella noche, Karius, desolado y entre lágrimas, pedía perdón a los hinchas por sus dos tremendos errores que contribuyeron a que los madridistas levantaran su tercera 'orejona' consecutiva.

Sus errores en los goles de Benzema y Bale pasaron factura a los de Klopp y, aunque después se especuló con que los fallos se debieron a una leve conmoción, lo cierto es que el nombre de Karius ha pasado a la cultura popular futbolística como sinónimo de portero fallón.

Sin embargo, eso a Anfield no le importa. Los aficionados miman a sus jugadores y así lo demostraron al recibir a Karius con una enorme ovación en el amistoso del Liverpool ante el Torino de este martes.