Los madridistas no pueden permitirse un nuevo tropiezo tras perder los tres últimos partidos que ha disputado.

Luxemburgo sabe que el equipo necesita la victoria para corregir el pésimo estado de ánimo de la plantilla, por lo que podría dejar de un lado su tozudo 'cuadrado mágico' para jugar con un clásico 4-2-3-1.

El debut de un motivado Woodgate, después de permanecer 17 meses en el dique seco, y la presencia de Pavón o Mejía en detrimento del lesionado Helguera son las dos únicas novedades del equipo, que tampoco podrá contar con Batista y Sergio Ramos, ambos sancionados.

A pesar del mal momento blanco, jugadores y afición merengues son conscientes de que tienen la oportunidad de verse por encima de su eterno rival, el Barça, si consiguen la victoria. Para ello, y para aparcar la crisis de resultados, al Madrid sólo le vale la victoria ante los bilbaínos.

El conjunto de Mendilíbar acude al Bernabéu con la intención de repetir la brillante victoria conseguida en el coliseo madridista la pasada campaña. El técnico vasco, que asegura estar más preocupado de su equipo que del propio Madrid, confiará en la determinación de Etxeberría y el talento de Yeste e Iraola para que Florentino Pérez se acueste en puestos de descenso.