El público del estadio Santiago Bernabéu propinó anoche una sonora pitada al entrenador del Real Madrid, José Mourinho, antes del inicio del encuentro contra el Málaga.

Los silbidos fueron más intensos que los que recibió el técnico portugués en los prolegómenos del choque frente al Valladolid el pasado sábado.

El estadio madridista dictó sentencia contra su entrenador y se decantó definitivamente por sus jugadores, con los que mantiene una guerra —ya pública—.

Mientras sonaban por megafonía los nombres de los futbolistas, Cristiano Ronaldo y, sobre todo, Iker Casillas fueron aclamados por el público presente en el Bernabéu.

El último en ser nombrado fue José Mourinho, que vio cómo de nuevo, en muchísimo mayor grado, recibió una sonora pitada. Parece que sus declaraciones en las últimas ruedas de prensa le han pasado factura.

El ambiente que se vivió anoche en el estadio merengue fue de crispación total. Los que defendían a Mourinho y los que le condenan en la guerra abierta que ha declarado a sus jugadores.

De hecho, el club actuó y retiró unas pancartas favorables a Iker Casillas y contrarias a Mourinho, que también tuvo que escuchar como Manuel Pellegrini, exentrenador del equipo blanco, fue aplaudido tímidamente por los aficionados madridistas.