El Real Madrid se dejó prácticamente el título de Liga el pasado sábado en el minuto 78, cuando Armando de las Cuevas anotó el gol del triunfo del Sporting de Gijón, en la que supuso la primera derrota blanca en el Santiago Bernabéu en esta temporada y la primera liguera en casa de Jose Mourinho en nueve años entre Oporto, Chelsea, Inter y los blancos.

Los ataques del Madrid tropezaron con el muro del portero visitante, Juan Pablo, y de sus defensas. A esta tarea ofensiva, se incorporó en el 58 el artillero argentino Gonzalo Higuaín después de cuatro meses de baja.

"Prácticamente imposible", dijo Mourinho sobre las posibilidades del Madrid de frenar el avance imparable del Barcelona hacia la renovación del título.

Con esto, las energías de los blancos se centrar -sí o sí- en la Champions. Tras el batacazo en Liga, la eliminatoria ante el Tottenham adquiere un matiz distinto, ya que un mal resultado el martes en la ida podría hacer temblar los cimientos d ela casa blanca.

Por ello, Mourinho lo tiene claro y arriesgará, si así es necesario para el equipo. Arriesgará con los jugadores 'tocados' y lesionados. Y no lo esconde: "Si los dos, y sólo nosotros dos, decidimos que juegue es un riesgo suyo y mío". Se refiere a Cristiano Ronaldo. A pesar de que los médicos recomiendan que el centrocampista descanse hasta el sábado en san Mamés, 'Mou' piensa diferente: "Quizás me salte a los médicos".

Benzema y Marcelo podrían correr la misma suerte que el crack portugués. El delantero sufre una rotura fibrilar en los isquiosurales izquierdos y, como CR7, necesita descanso hasta el sábado. Es el que tiene más complicada su presencia de los tres.

El brasileño, por su parte,tiene una contusión en el costado derecho y, si el partido no fuera a vida o muerte, seguramente tendría descanso.

Sin embargo, las urgencias mandan y podría hacer que Mourinho ignore los informes médicos.