Dentro de los numerosos éxitos del deporte femenino en los últimos años, el baloncesto fue uno de los pioneros, el que abrió un poco camino. El oro del Eurobasket de 1993 fue el que inició un camino exitoso que vive ahora su época dorada con un bronce mundialista en 2010, un oro en el pasado Eurobasket y la reciente medalla de plata en el Mundial de Turquía.

La final del domingo ante EE UU fue una fiesta, un premio para un grupo de jugadoras con un talento impresionante y un espíritu de equipo insuperable.

Ya en Madrid, celebraron el éxito con los suyos antes de poner rumbo a sus dispares destinos: solo 3 de las 12 jugadoras de la subcampeonas del mundo juegan en España. Las estrellas de este equipo han tenido que poner rumbo a otros países, especialmente Turquía y Rusia, para ganar dinero con esto del baloncesto. Es la gran lacra del deporte femenino español.

Pero ahora es el momento de la fiesta, de la celebración, de disfrutar. Laura Nicholls, Lucila Pascua y Laura Gil atendieron a 20minutos sin poder disimular su tremenda felicidad.

Laura Nichols: Increíble. Cada vez que abría el móvil después de un partido decía '¡madre mía!' y me tenía que sentar tranquilamente a contestar a todo el mundo. De repente 30 conversaciones, 120 mensajes... más luego el Twitter, Facebook, Instagram. Ha sido increíble.

Lucila Pascua: Muchísimos, cerca de 200.

Laura Gil: Fácilmente 200.

LN: La que más ilusión un vídeo que me mandó mi madre de mi hermano pequeño felicitándome.

LP: Sobre todo las de la gente más cercana. Hoy me ha llegado uno por Facebook de una persona que no conocía que nos daba las gracias por el trabajo que habíamos hecho y por llegar tan alto en el deporte femenino.

LG: Me lesioné a principio de esta temporada y cuando terminó el partido me enviaron una foto mía en el podio sonriendo y eran mi preparador físico, la fisio y el otro fisio (Ana López, Álex García, y Ángel López) diciendo que la recompensa a su trabajo había sido verme sonreír.

LN: Tengo demasiados. Lo que no me voy a olvidar es cuando jugamos contra Turquía, una frase que se dijo: 'Pase lo que pase lo hacemos como equipo y que sea lo que Dios quiera'.

LP: Subir al podio. Ya lo habíamos hecho con un bronce, pero con una plata ha sido increíble.

LG: La final, poder llegar ahí. Aunque también me quedo con todo el camino para llegar allí.

LN: Posible si hacíamos las cosas como las teníamos que hacer, sí. No tenía que pasar ningún milagro ni que se aliaran los astros. Sabíamos que si hacíamos nuestro trabajo la tendríamos a mano.

LP: No teníamos en mente otra cosa más que ir partido a partido. Primero era Japón y pensábamos en Japón y hemos seguido así todo el torneo.

LG: Teníamos muy claro que teníamos que superar a duros rivales. Y con todo el pabellón lleno de turcos la semifinal fue muy difícil, aunque supimos imponer nuestro juego.

LN: Es normal que nos pidan medallas, es como acostumbrar a niños pequeños (bromea). Espero que la gente no caiga en el error de pensar que llegará seguro, cuesta mucho ganar las medallas, hay muchos equipos que la quieren conseguir y muchos equipos que entrenan duro. En nuestras manos va a estar no descuidarnos.

LP: ¡Ya nos hablan de colgarse medallas olímpicas y todo! Ojalá. Con este equipo se puede soñar, el objetivo está en no ponernos techo.

LG: El siguiente reto es hacer un buen papel en el Europeo del año que viene, clasificarnos para los JJOO y allí ya se verá.

LN: Tenemos que currar exactamente lo mismo, metemos las mismas horas, hay la misma competitividad.

LP: Lo mismo. Pero el mismo trabajo tiene menos repercusión en el deporte femenino. Curramos igual, pero lo que hacen los chicos tiene más repercusión.

LG: Necesitamos tener más logros para que se oiga más de nuestro trabajo. Poco a poco se está consiguiendo y en los últimos años se está hablando mucho de éxitos de chicas.