El defensa del FC Barcelona Gerard Piqué ha asegurado, a poco más de 24 horas del encuentro ante el Rubin Kazan en la segunda jornada de esta Liga de Campeones, que los partidos de la pasada temporada ante los rusos --derrota en el Camp Nou y empate en el Centralni-- son una motivación para el grupo de Josep Guardiola, que acude a Siberia como líder de grupo.

"El Rubin es un equipo campeón, la gente no se lo esperaba en el Camp Nou y el tropiezo fue importante. El empate a cero no fue un mal resultado porque nos hizo ser campeones de grupo. Lo que pasó el año pasado nos motiva y el reencontrarnos este año nos da oportunidad de poder ganarlos", recordó en rueda de prensa el canterano, quien tiene todas las papeletas para salir en el once titular.

Para el internacional español, la mala experiencia del pasado servirá para mejorar en el presente. "Es un claro ejemplo de lo que nos podemos encontrar. Será complicado, el año pasado no les pudimos ganar ningún partido. Será una buena prueba para ver cómo podemos funcionar fuera de casa en Europa", espetó al respecto. "Tendremos que hacer muchísimo para ganar el partido", añadió.

Sin el frío siberiano que les recibió el año pasado, aunque sí se enfrentarán a temperaturas muy bajas, los blaugrana esperan no volver a 'congelarse' en el Centralni y superar el segundo escalón en la búsqueda del título, objetivo claro para Piqué. "Éste es el segundo paso, el primero lo dimos ante el Panathinaikos (5-1) y el objetivo será clasificarse primeros. Hemos de ir paso a paso", aseguró.

En cuanto a la posible presencia de su compañero Leo Messi, quien de momento no tiene el alta médica, el central aseguró que "tiene muchas ganas de jugar, pero decide Guardiola". "Lo que importa son las sensaciones de Leo, esto lo sabe el míster y ya veremos qué pasa, la decisión la ha de tomar Guardiola. Esté él o no, hemos de ir a ganar el partido", manifestó.