El médico deportivo Alberto Beltrán, que fue expulsado del equipo ciclista Xacobeo Galicia, es juzgado por liderar una red que suministraba sustancias dopantes a deportistas de elite y a opositores a bomberos, por lo que se enfrenta a una pena de 3 años de prisión.

Beltrán fue detenido en Barajas en 2012 a raíz de una denuncia del ciclista David García Dapena, pero luego huyó de España. El pasado junio, fue arrestado en un gimnasio de Bogotá (Colombia) en virtud a una orden de la Interpol, tras lo que el Gobierno colombiano lo extraditó para ser juzgado en la Audiencia Nacional.

Hoy se sienta en el banquillo del Juzgado Central de lo Penal acusado junto a otras seis personas, todas ellas pertenecientes a la red criminal que supuestamente lideraba.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Beltrán, que tenía su residencia en el sultanato de Barheim, fue cesado del equipo Xacobeo por suministrar sustancias dopantes a sus miembros y en los últimos años se venía dedicando a ejercer su actividad entre el sultanato y Colombia (tiene doble nacionalidad española y colombiana).

Aprovechaba sus viajes entre los dos países para hacer escala en España y ponerse en contacto con otros acusados, que se dedicaban a distribuir las sustancias entre deportistas y opositores.

Concretamente, traficaban con las sustancias prohibidas en la ley contra el dopaje EPO, EPO-Cera, Saizem y TB-500. Esta última, destaca la Fiscalía, es una hormona de crecimiento para caballos de uso veterinario que los miembros de la red usaban de manera experimental en personas.

La Fiscalía explica que cuando en 2012 se detuvo a Beltrán en el aeropuerto madrileño se le incautaron nueve cajas de sustancias dopantes, así como varios viales con dichas sustancias, algunas de ellas, como el AICAR, de carácter experimental. En su vehículo también se hallaron ampollas, viales y comprimidos de dopantes.

El ministerio fiscal considera a los siete acusados responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública y les pide a todos ellos la misma pena de 3 años de prisión, así como el pago de una multa de 6.480 euros.

Beltrán fue el primer médico deportivo detenido en Colombia por asuntos de dopaje. En su gimnasio de Bogotá tenía un consultorio médico en el que ofrecía servicios como experto y vendía sustancias.