Christian Prudhomme, director del Tour de Francia, confesó haber añadido una nueva palabra a su reducido castellano («hola, buenas tardes y paella», bromeó): ‘finalmente’. «Finalmente ya tenemos ganador, el vencedor que más tardó», anunció. Y es que Óscar Pereiro (Mos, 1977) recibió ayer el jersey amarillo que le reconoce como el único dueño del Tour 2006 tras quince meses.

El Consejo Superior de Deportes, sin azafatas ni himnos,  fue el sustituto de los Campos Elíseos de París, en donde el estadounidense Floyd Landis se coronó como ganador del Tour 2006, aunque días después se conoció un positivo por nandrolona que derivó en quince meses de esperas para el gallego y recursos judiciales para Landis.

«Tengo que agradecerle a la organización todo esto, porque dentro de mi frustración llegué a pensar que el Tour tenía algo contra mí», sonreía el gallego. Pereiro, como los cinco españoles anteriores ganadores de Tour, recibirá la medalla de oro al mérito deportivo. «No voy a decir que no entrené, porque lo hice, y mucho. Pero sí perdí ilusión. Lo hacía obligado», reconoció sobre la influencia mental de estos quince meses de espera.