Marcó Raúl. El Real Madrid sigue caminado por esa frágil cuerda que siempre amenza y nunca acaba de romperse; la que separa el triunfo de la derrota y que, ayer ante el Depor, Guti se encargó de tensar.

Bastaron dos pases geniales del ‘14’ blanco para que Raúl, primero, y Robinho, después, echaran por tierra el trabajo de un ordenado Deportivo y permitiesen al Real Madrid seguir una jornada más como líder de Primera, pese a su mísero fútbol.

En sólo diez minutos se condensó la primera parte: del roto de Xisco a Metzelder, que acabó con un disparo cruzado imparable para Casillas, al uno contra uno de Van Nistelrooy que se tragó Guardado cometiendo penalti sobre el holandés, que no desaprovechó el regalo.  Un remate que sacó Marcelo bajo palos fue el colmo para Schuster. El técnico alemán improvisó entonces con Raúl, que tenía descanso.   Su salida dinamizó...a Guti. El mediapunta destapó su talento y dibujó dos pases invisibles. Raúl y Robinho hicieron el trabajo sucio.