Red Bull ha fiado todo a la última carrera. Incluso su decisión de cuál será el piloto que se lleve la gloria, de no obtenerla Fernando Alonso.

Por eso, la escudería quiere evitar situaciones como la que vivió McLaren en 2007, con la lucha interna entre Hamilton y el propio Alonso. Finalmente, ninguno se llevó el Mundial, que fue a parar a manos de Raikkonen.

Para evitar eso, y a pesar del mal rollo existente en el equipo, Red Bull intentará dejar claras las cosas de cara a Abu Dhabi, algo que dejó entrever ya en Brasil. Sin embargo, el jefe del equipo, Christian Horner, deja claro que no tomarán partido por ninguno de sus pilotos previamente a la carrera: "Si nos encontramos en la última vuelta y uno de nuestros pilotos puede ser campeón, ellos harán lo que sea necesario para garantizar el mejor resultado, pero no se apostará por ningún piloto".

Precisamente, esa declaración pública debió gustar a Vettel, que siempre se ha negado a ser el 'segundón' de Red Bull. A pesar de que su compañero Webber tiene más posibilidades de llevarse el título, él no se resigna. Eso sí, admite que hay un 'pacto' para que el título se quede en casa y no se vaya a Ferrari, dejando claro que la puerta estará abierta para tener que ayudar a Webber en la cita del desierto. "Lo que debo hacer es sencillo, lograr el mejor puesto que pueda y ver dónde andan Webber y Alonso. Habrá que jugar de acuerdo con la situación. Nosotros sabemos cómo comportarnos. Tuvimos algunos momentos de los que no estamos orgullosos y que no queremos repetir".