"Han sido unos minutos extremadamente difíciles. He vivido una mezcla de emociones impresionante. Por la tarde me llamó Pepe Peiró -seleccionador español- y me dijo 'vente, coge un taxi y sal corriendo para el estadio'. Ha sido muy emocionante", relató Ortega sobre cómo recibió la noticia tras haber prosperado el recurso de la RFEA.

"No sabría describir este momento, ayer no sabía qué hacer, sólo quería coger aire y estar solo. Gracias a Dios y a todo el pueblo de España, al cual estoy eternamente agradecido, ha llegado la medalla. Es una aliciente para seguir trabajando. Gracias a la Federación, a la jueza, al presidente Raúl Chapado, a los entrenadores, gracias a todos por esta oportunidad", dijo el velocista de origen cubano en declaraciones a Teledeporte.

"Gracias por todos los mensajes de apoyo, los he leído uno a uno. De corazón quiero agradecerlo. Ahora es momento de disfrutar. Esta medalla es del pueblo español. De aquí en adelante toca lo mejor, seguir y seguir trabajando para cambiar el color de la medalla en los Juegos Olímpicos", añadió Ortega, que ya tiene metales en las tres grandes citas del atletismo.

"Hay un Dios ahí arriba y este momento tenía que llegar, yo creo mucho en él. Estoy muy emocionado por todas las muestras de cariño recibidas en las redes sociales, de todas las personas que han protestado para ayudarme, etc. Me quedo sin palabras. Estoy muy contento y aquí hay Orlando para rato. Vamos a seguir trabajando, llegaremos a Tokio en pleno estado de forma. Estoy seguro", agregó.

"Este ha sido mi tercer Mundial. En Moscú 2013 no pasé las eliminatorias, en 2017 pasó lo que pasó, y ahora esto. Parece que estar en un Mundial me resulta difícil, pero he luchado por mi sueñlo. Esta medalla de bronce significa mucho para mí. Ahora el objetivo es seguir luchando cada día por el oro", finalizó.