La capitana española de natación sincronizada, Ona Carbonell, destacó "la personalidad y el carácter" de las integrantes del equipo para "desarrollar una historia" en cada ejercicio y se mostró optimista ante las posibilidades de conseguir la medalla de oro, que hasta ahora se le ha resistido. "Nosotras tenemos claro luchar por el oro. Seas quien seas tienes que ir a tu cien por cien, al máximo. En el solo creemos que tengo facultades y condiciones y en el Europeo de este año quedé cerquita de la rusa. En el dúo es difícil, pero también es posible y vamos a por todas", dijo durante una visita a la Agencia EFE.

Carbonell, que fue plata en solo y combo en los Campeonatos de Europa de Berlín 2014, además de bronce en dúo y equipo, destacó que España "es de los pocos equipos que lleva tiempo" entre los primeros puestos de las clasificaciones, mientras han aparecido potencias mundiales que antes no estaban como China, Ucrania y Japón. "Con los retos nos crecemos. Nosotras tenemos personalidad, carácter, lo que siempre ha definido a la sincronizada española. Innovación. Somos distintas, creamos nuestra personalidad y desarrollamos una historia", añadió la ganadora de siete medallas en los Mundiales de Barcelona 2013 (3 platas y 4 bronces).

Carbonell (Barcelona, 1990), que se entrena desde 2004 en el CAR de San Cugat, cree que "es de admirar" el desarrollo de la natación sincronizada española, porque con una base muy inferior a la de países como China y Rusia "está creando una nueva sincro dentro del podio mundial". "Somos un deporte de equipo pero muy curioso y casi individual porque cada una tiene una responsabilidad muy grande. No puedo parar unos minutos y volver a entrar. Todas somos muy importantes", afirmó antes de admitir que ha asumido "la responsabilidad" de la capitanía y de ser la solista "como una transición" después de ser suplente.

La ganadora del Premio Nacional como revelación más significativa del año 2013, recordó que llegó a sus primeros Juegos en Londres 2012 "siendo capitana" y jugándose una medalla, que fue plata en dúo con Andrea Fuentes y bronce con el equipo. "Empecé a aprender este rol aunque la verdad es que lo tengo un poco innato. Es responsabilidad, pero la máxima presión nos la ponemos nosotras mismas. La máxima es que cuando salga del agua esté satisfecha y haya hecho mi mejor vez. Aún puedo mejorar en muchas cosas, sobre todo físico. Intento buscar la excelencia que es algo muy grande. Estoy en lo más alto del equipo y no tengo en mi día a día a nadie en quien me pueda mirar, me tengo que superar conmigo misma y esto cuesta", añadió.

Con una agenda diaria que pasa por levantarse a las 7.30 horas; hacer un desayuno "superenergético" a base de leche de avena, plátano, frutos secos, zumo de naranja y kiwi; dedicar seis horas a entrenamientos en el agua y después a sus estudios de diseño, Carbonell asume su rutina con especial motivación. "La suerte de la sincro es que es dentro de la monotonía es un deporte muy diferente. Tenemos tantas cosas que hay escuchar la música muchas veces, trabajar expresividad, ballet, interpretación, hacer talleres como si fueras cantante moviendo solo la cara... Desarrollamos mucho la parte artística para sentir lo que vamos a expresar, porque una décima te vale la plata o el bronce", comentó.