Nunca antes había recibido seis goles en casa el Levante en Primera y realmente, por juego, no mereció tanto castigo el equipo local. El Sevilla se mostró letal en la pegada, si bien contó con la ayuda de los fallos del meta levantinista, Oier.

El portero vivió un día para olvidar. Además del set encajado, Oier sufrió en sus carnes la mofa en forma de ironía de su propia afición, lo que le llevó a contestar.

Según recogen las cámaras de Vamos, el meta, tras celebrar su afición una parada suya, les espetó un "Tiene gracia, ¿no? Hijos de puta. Tiene gracia, ¿no?".

Paco López, técnico del Levante, aseguró que no le había dicho nada particular y que su charla fue en general a toda la plantilla. "Oier es el mismo portero que estaba preseleccionado para la selección española hace tres semanas", añadió.

El guardameta ha pedido disculpas en un vídeo colgado en la cuenta de Twitter del Levante, y ha achacado su reacción a "la impotencia" que sufrió durante el partido.