La cancha del Madisson Square Garden adolece cada día más en una sensación de tristeza e impotencia ante el paso de sus Knicks que año tras año parecen más embrujados. Los de Calderón, que este domingo supieron que es posible que pierdan a su estrella, Carmelo Anthony, para toda la temporada, no consiguieron encontrar su juego ante unos Bucks que se encuentran en un buen momento de forma.

Además de la baja de Anthony, hay que sumar entre los lesionados de los de Nueva York a los pivots Stoudemire y Bargniani por lo que practicamente el juego interior titular de los de Dereck Fisher se encuentra en la enfermería.

Con este panorama es muy difícil competir para un equipo que ya de por si adolece de debilidad defensiva y complicaciones en su juego cuando están todos los hombres fuertes.

Para intentar suplir estas ausencias, los Knicks tiraron de sus anotadores, entre los que destacaron Tim Hardaway Jr. y J.R. Smith que lograron 17 y 15 puntos respectivamente. De poco sirvieron sus puntos ante la falta de músculo y fuerza en una zona que donde los Knicks practicamente no contaban con recambios naturales.

Los Bucks se aprovecharon del mal estado de la plantilla de los de Nueva York para asaltar el eterno Madison y los que mejor supieron leer el partido fueron el base Brandon Knight, que consiguió 17 puntos, y el pivot georgiano Zaza Pachulia que logró un doble doble con 16 puntos y 14 rebotes. Estos, apoyados por otros cuatro jugadores que consiguieron dobles digitos en puntos, aplastaron a unos Knicks al borde del K.O.

Por su parte José Manuel Calderón tuvo un partido muy discreto en el que anotó 7 puntos, cuatro de ellos desde la linea de personal con un 100% de efectividad, logró cinco asistencias y atrapó dos rebotes. Además perdió dos balones y robo uno en los 27 minutos que estuvo en cancha.

Los de la gran ciudad se quedan como una de las peores franquicias de la liga con un récord de 5 victorias y 31 derrotas luchando por el último puesto con Minessota y Philadelphia.