Rafa Nadal afirmó hoy tras su derrota en la final de Wimbledon frente al suizo Roger Federer que era "muy buen perdedor", y que pese a que ahora se sentía "triste" por haber estado cerca del título, mañana estaría "en la playa", pensando "qué bien en Mallorca".
Federer arrebató el trofeo al mallorquín en 3 horas y 45 minutos, e inscribió a la vez su nombre en la historia con un 7-6 (7), 4-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2, con el que encadenó su quinto Wimbledon consecutivo e igualó el récord que hasta la fecha tenía el sueco Bjorn Borg.
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"Tuve buenas ocasiones de ganar un torneo muy importante para mí pero
Inoportuna lesión
Sobre el problema de rodilla que le molestó durante la final, y por el que tuvo que ser atendido en la pista, no quiso explayarse. "Prefiero no hablar de eso. Simplemente, en un servicio he notado un pinchazo en la rodilla y no podía agacharme durante algunos puntos. Puede que me ha desconcentrado un poco".
También reconoció que no fue "el mejor momento" para una lesión.
"Ahora mismo estoy triste, porque he perdido y he tenido una buena oportunidad, jugando bien. No he estado lejos de él en ninguna faceta de juego y he tenido bastantes opciones en el quinto, con el 15-40 en el quinto juego", comentó el zurdo.
Nadal reiteró que sentía que su nivel de juego había mejorado con respecto al año pasado. "Y
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