El español Rafael Nadal ha asegurado que es ahora cuando llegan los rivales difíciles, después de conseguir el pase a tercera ronda de Wimbledon tras vencer al letón Ernest Gulbis, partido que le resultó realmente complicado y en el que tuvo un desencuentro con el juez de línea.
"A medida que el partido iba cambiando, he ido buscando soluciones, aunque es difícil buscarlas cuando te sacan así. He variado un poco la posición para que al menos se jugara el punto y claro que a medida que pasa el partido vas leyendo un poco mejor el saque".
Admitió que poco a poco lograba "leerle mejor" el saque. "Es un jugador agresivo, he intentando jugar un pelín más para su revés y ahí es donde he encontrado como una línea de juego".
De los escollos superados hasta la fecha, Nadal subrayó que aunque los dos primeros encuentros "siempre son importante", el tercer "es igual de importante". "Los dos primeros son importantes, pero simplemente para entrar en el ritmo, sobre todo en una pista tan difícil como ésta donde el comienzo siempre es complicado".
Preguntado por su reacción de enojo hacia el juez de línea, que se equivocó con una bola, recordó que "el árbitro se ha equivocado cien por cien en un fallo importante" aunque aclaró que el incidente no le había "descentrado".
"Mi inglés no es muy bueno y es peor cuando hablo con el juez de línea. Le dije que era increíble que pudiera ver algo así. Le dije que probablemente por su culpa iba a perder el set pero ahí estaba jugando de forma terrible", recordó.
Acerca de su próximo oponente en la tercera ronda del torneo, Nicolas Kiefer, Nadal comentó que se tratará de "un rival que juega bien en esta pista, saca bien, juega bien de volea. Un rival muy peligroso, así que hay que seguir jugando a un buen nivel e intentar que tenga que jugar muy bien durante todo el tiempo para ganarme".
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