En 2009, Rafa Nadal no ganó un solo set y, por lo tanto, ningún partido en el Torneo de Maestros. Este lunes ha conseguido las dos cosas, pero le costó un mundo, ante Roddick (3-6, 7-6 y 6-4), en dos horas y 33 minutos.

Que la pista del O2 de Londres sea dura y que se juegue bajo techo no favorecen a Nadal. Tampoco enfrentarse a Roddick, un sacador capaz de poner la pelota a 226 km/h.

El primer set arrancó con dos bolas de rotura para Nadal, que salvó el estadounidense. En el siguiente juego, le rompió el saque a Rafa. Un break decisivo, ya que Rafa desaprovechó cuatro puntos de rotura, cometió tres dobles faltas y sólo tuvo un 46 % de acierto en el primer saque, en todo el set. Además, el manacorí cometió más errores no forzados que su rival, 15 por 11, algo poco habitual.

La segunda manga presentó a un Roddick lanzado –dominando hasta los puntos largos, ¡increíble!– que le rompió el servicio a Nadal en el tercer juego. De inmediato, Nadal le devolvió el break y todo se decidió en una muerte súbita que pareció más una montaña rusa.

En el set decisivo, Roddick perdió fuelle y Nadal se creció, aunque le costó lo indecible cerrar el duelo.

"He cometido muchos errores"

El mallorquín ha reconocido, al término del enfrentamiento, que el choque ante Roddick "ha sido difícil" y que ha cometido "muchos errores", algo que ha complicado más de lo esperado su debut en Londres.

"Es difícil ponerse a competir contra uno de los ocho mejores, después de un mes y una semana parado", ha asegurado ante las cámaras de Teledeporte.

Por último, el número uno del mundo ha destacado que "el partido más complicado será el de Djokovic", al que se medirá el próximo miércoles.