Hoy comienza Wimbledon sin la presencia del defensor del título y número 1 del tenis, Rafa Nadal, quien anunció el viernes que no jugaría sobre la hierba del All England Club porque no se había recuperado de una tendinitis en la rodilla derecha.

La decisión de parar ha sido muy difícil, según nos comenta Luca Appino, entrenador italiano de 45 años y amigo personal de Nadal desde que lo fichara con 11 años para la marca de raquetas que lo patrocina, Babolat. Con él ha estado en Londres: "La recuperación iba bastante bien, pero vio que tendría que jugar otra vez con dolor y que no lo haría correctamente".

"No creo que se lesione más que la media, pero su juego requiere una intensidad física que nadie más aguantaría. Si no forzara al límite, no ganaría", explica el autor de El mundo de Rafael Nadal (Ediciones Flora Consulting), libro en el que explica a través de anécdotas que él ha vivido y otras que ha añadido Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa, "cómo preparar a un joven para la élite desde la normalidad. Rafa es un chico normal que no tiene una vida normal. Es una excepción".

Para calibrar la importancia que le da Nadal a Wimbledon, Appino recuerda el Máster Junior de 2003 en Sudáfrica, cuando Rafa tenía 17 años: "Invitaron a los chicos a dar una vuelta en elefante. Yo no podía subir, pero me dijo Rafa: ‘Luca, si tú no vienes, yo no iré. No quiero que haya ningún problema. Tengo que jugar y ganar Wimbledon".

Adriana Forti, fisioterapeuta de Vivi Ruano y Anabel Medina asegura que Nadal ha hecho lo correcto: "Parar es lo mejor que podía hacer Rafa. Si no, la lesión podría hacerse crónica y tener que retirarse".

Podría perder el número 1

Rafa Nadal perdería el número 1 si Roger Federer ganase el torneo, pero cedería, incluso, el segundo puesto a Andy Murray, si fuese el británico quien perdiese la final ante el suizo.

Por el contrario, si Murray ganara esa hipotética final a Federer, Nadal conservaría el número 1 y sería el suizo quien retrocedería al tercer puesto.

Federer, que debuta hoy contra Yen-Hsun Lu, de Taipei, expresó su «tristeza» por la ausencia de Nadal. «Me doy cuenta de la suerte que he tenido porque no me he lesionado nunca».