Nunca lo sabremos, pero el espíritu teatrero de Novak Djokovic nos hace dudar de la aparente lesión que sufrió este miércoles en el ojo derecho mediado el primer set.

Pareció más una nueva trampa para intentar desconcentrar a Rafa Nadal quien, finalmente, consiguió su segunda victoria en el Torneo de Maestros (7-5 y 6-2). Al manacorí le basta con ganar un set este viernes ante Berdych para estar en semifinales.

El primer set fue eterno (1 hora y 16 minutos). Primero, por la intensidad de los dos jugadores y, segundo, por las dos asistencias médicas que solicitó Nole. ¡Hasta diez minutos se pasó en el vestuario!

Sin embargo, el serbio saltó a la cancha azul del O2 como una apisonadora, consciente de que sus opciones de vencer a una locomotora diesel como Nadal aumentan en los partidos cortos.

El número 1 fue creciendo según avanzó el set y a Djokovic sólo le quedó el recurso de despistarle. No lo logró .

El segundo parcial no tuvo historia. Djokovic bajó los brazos y se dejó llevar, quizás más pendiente de la final de la Copa Davis que jugará del 3 al 5 de diciembre contra Francia.

"Dice que no podía ver"

Sobre las posibles molestias del serbio en el ojo, Nadal aseguró: "(Djokovic) Me ha ha dicho que le ha entrado algo en el ojo y que se le ha irritado. No podía ver".

El número 1 tampoco ha querido dar la clasificación para semifinales por asegurada: "De hecho, nada. Me falta un partido y tengo que jugar bien contra Berdych para ganar".