El gran momento de la selección española se acerca. Después de cinco semanas de preparación, desde el 10 de julio, en la que acabó invicta tras jugar nueve partidos de preparación, las expectativas creadas por el equipo son máximas, pero todos, desde Pepu al último jugador, saben que no deben confiarse, que el Mundial es otra cosa.

"Los jugadores son conscientes de que la competición exige otro ritmo y de que las necesidades van a ser otras", comentó a EFE Hernández.

El seleccionador está convencido de que España "irá creciendo en la competición y, aunque el primer partido -contra Nueva Zelanda- es importante, hay que ir partido a partido".

Entrenamientos "jugosos"

Hernández apuntó que Nueva Zelanda "trata de llevarte a un baloncesto distinto a través de sus zonas y puede crearte muchas complicaciones con sus defensas combinadas si no respondes con buena defensa y buenas salidas al contraataque".

Aunque el comienzo del Mundial es inminente, el trabajo no está, ni mucho menos, terminado: "En estos días que faltan para que empiece el Mundial vamos a ver los últimos detalles, sistemas que no hemos trabajado en los partidos, defensas y la puesta a punto individual porque quiero que los jugadores lleguen frescos, que no lleguen cansados de entrenamientos. Vamos a hacer entrenamientos cortos, pero jugosos", añadió el seleccionador.

Pau Gasol, el gran referente de España, ha cubierto la fase previa al Mundial en un discreto segundo plano, pero 'Pepu' Hernández no está preocupado: "Donde hay que ver la aportación individual es en los partidos del Mundial. Pau no ha estado mal. En los partidos hemos estado viendo distintas opciones y algunos los hemos jugado con cierta ventaja y sin que nadie tuviera que dar el cien por cien".