Así, la hispano-venezolana se despidió de la tierra batida de París frente a la vigente subcampeona. Y lo hizo después de una hora y 40 minutos, habiendo salvado cuatro 'match balls' ante una adversaria que sí aprovechó la quinta para ahora citarse con la británica Johanna Konta.
Pese a que la de Caracas comenzó inspirada, rompiendo en blanco durante el juego inaugural y disfrutando de cinco bolas de 'break' en el tercero (1-2), Stephens demostró fortaleza para recomponerse. La muestra fue su remontada con tres roturas seguidas y sin importarle haber perdido su saque otra vez, pues cerró la primera manga en 6-4.
No obstante, ambas mejoraron con sus servicios en el segundo set y apenas se incordiaron, como si hubieran pactado involuntariamente llegar a la muerte súbita. Pero flojeó Muguruza en el octavo juego (5-3) y ya se vio obligada a devolver de inmediato el 'break' si quería salvarse.
Como particular canto del cisne, la caraqueña apretó en el siguiente juego, que duró casi ocho minutos. Stephens, pese a todo, exhibió templanza para no venirse abajo al malgastar cuatro opciones de cerrar el partido; transformando su quinto 'match ball', la yanqui accedió a los cuartos y aún opta a redimirse de su subcampeonato del 2018.
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