La muerte del piloto japonés Shoya Tomizawa se suma a los 60 fallecimientos que hasta la jornada de ayer domingo se habián producido a lo largo de la historia del motociclismo.

Desde que en 1949 se creara el Mundial de motociclismo, la sangría de accidentes y de vidas perdidas ha sido incesante. Muchas -la mayoría- de estas vidas se perdieron durante los primeros 40 años de campeonato. Precisamente por el alto número de tragedias se decidió seriamente aumentar la seguridad. Con ello, la cifra de número de muertos se reduce de forma considerable.

En los últimos 20 años se contabilizan 'sólo' 4 fallecidos. Palazzese (1989), Wakai (1993) y, más recientemente, Kato (2003) han sido las últimas víctimas -junto a Tomizawa- de este deporte.

Entre los 61 fallecidos, un español, Ramón Torras, que murió en Barcelona en 1965.