Mick Schumacher acabará en Fórmula 1, salvo sorpresa. Opciones no le faltan y, aunque él mismo y su entorno insisten en intentar quitarle presión, su nombre ya ha sido vinculado a varios equipos, incluso para la próxima campaña.

Su carrera, de momento, va de la mano de Mercedes, aunque oficialmente no pertenece a su programa de jóvenes pilotos. Los alemanes son conscientes de que el potencial deportivo que tiene el hijo del heptacampeón del mundo es altísimo, y por eso van a intentar mantenerle a su lado, al menos, hasta que suba al Gran Circo. Sin embargo, les ha salido un competidor muy serio por hacerse con los servicios del joven Mick: Ferrari.

La Scuderia, donde el legendario 'kaiser' conquistó cinco de sus siete títulos mundiales, no pierde de vista la progresión del hoy piloto de Prema en la F3. A eso se unen las palabras de Maurizio Arrivabene, jefe de Ferrari, que después de tenerle como invitado de honor en el pasado GP de Italia se ha deshecho en elogios hacia él en el paddock del GP de Singapur.

"¿Cómo vas a decir que no a ese apellido en Maranello? Con un nombre como el suyo, que ha sido parte de la historia de Ferrari, las puertas siempre estarán abiertas aquí", destacó el dirigente italiano, que a su vez pide que le dejen caminar con tranquilidad. "Lo más importante es dejar que crezca sin presión. Sus últimos resultados son realmente buenos y le deseo una gran carrera. Tenemos que dejar que estos chicos se diviertan. Necesita estar centrado, pero también crecer paso a paso y divertirse", le recomienza Arrivabene.

Red Bull, según Motorsport.com, se acercó a Mick Schumacher para ofrecerle un asiento en Toro Rosso, si bien el piloto aún prefiere esperar y pasar por la F2 antes de dar el salto definitivo a la Fórmula 1.