Michael Johnson, el mítico atleta estadounidense que fue el récord del mundo de 200 (le batió Usain Bolt) y 400 metros (le batió Wayde Van Niekerk), está atravesando los momentos más duros de su vida. A principios del mes de septiembre sufrió un "ataque isquémico transitorio", o un pequeño ictus, por el que se ha visto obligado a someterse a rehabilitación tras quedarse paralítico de manera temporal.

Él mismo ha ido contando en twitter cómo lo ha pasado.

"La semana pasada me sorprendió lo que se conoce como un ataque isquémico transitorio o mini ictus. La buena noticia es que estoy de vuelta a casa con mi familia, sin ningún problema cardiaco y he empezado a hacer grandes progresos en mi camino hacia una completa recuperación", escribía el 8 de septiembre.

Desde entonces, comenzó un camino nada sencillo para un hombre que fue el referente del atleta perfecto en los 90. En el proceso de rehabilitación, Johnson ha tenido que ir "reaprendiendo" a caminar, ya que el ictus le provocó problemas de movilidad más serios de lo que parecía.

"Hoy hace un mes sufrí un ictus", escribía en twitter, donde confesó hasta qué punto fue grave el incidente: "No podía andar. Los doctores me dijeron que sólo el tiempo me diría si me iba a recuperar y en qué grado. Ha sido un trabajo agotador, pero he conseguido una recuperación completa, reaprendiendo cómo andar y hoy he estado haciendo ejerciios de agilidad".

Retirado definitivamente en los Juegos Olímpicos de Sydney 2004, Michael Johnson ha reconducido su carrera deportiva hacia la enseñanza y el apoyo a diferentes equipos deportivos y organizaciones, como el club de fútbol Arsenal o el equipo de Fórmula 1 Williams, a través de 'Michael Johnson Performance', su empresa de preparación física.