Manuel Martínez, plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, volvió a marcar un hito histórico al conquistar su título número 30 de campeón de España, sumados los 16 que lleva en pista cubierta, al tiempo que logró la mínima olímpica con una marca de 20,39.

Las semifinales de 1.500 metros, la prueba más atractiva de los campeonatos, no deparó sorpresas pero ofrecieron detalles de la tensión que viven los favoritos con una competencia tan cerrada por las tres plazas olímpicas.

Juan Carlos Higuero, cinco veces campeón, metió miedo en la segunda serie con un poderoso cambio a 400 de meta (ganó con 3:50.16) y en la primera Reyes Estévez (ganador con 3:47.14) y Arturo Casado sostuvieron un pulso pueril por llegar primero cuando estaban muy por delante de los demás, y pasaban los cuatro primeros.

En la final de peso, un primer lanzamiento de 20,33, su mejor marca del año y tres centímetros por encima de la mínima olímpica A, despejó cualquier duda sobre el desenlace del concurso a favor de Martínez, que regresó este año a su estilo de extensión simple tras su fallida incursión en el rotatorio.

Martínez todavía mejoró seis centímetros en el tercer tiro (20,39) y regresó a los tiempos en que ganaba el título nacional con dos o tres metros de ventaja sobre sus adversarios. Borja Vivas, segundo, lanzó 18,88 y Germán Millán, que defendía el título en casa, sólo fue quinto con 18,10.

Un año después de ceder la corona en San Sebastián, Martínez reafirmó en Tenerife su condición de campeón de campeones con su decimocuarto título al aire libre, que se suma a los dieciséis que ya tiene en pista cubierta, el último de ellos el 22 de febrero pasado en Valencia.

Carlota Castrejana, campeona de Europa de triple salto, igualó a Conchi Paredes en la lista de títulos con el noveno. La riojana, muy superior a sus rivales (Patricia Sarrapio se quedó en ), logró su mejor marca del año y también la mejor en la historia de los campeonatos con 14,39, aunque con viento favorable de 2,2 metros.

Dos atletas con el título prácticamente seguro, Angel David Rodríguez en 100 lisos y Jackson Quiñónez en 110 metros vallas, renunciaron a competir por temor a que se agravaran sus molestias en el bíceps femoral izquierdo, con los Juegos Olímpicos tan cercanos.

En ausencia de estos dos favoritos, los títulos acabaron en manos de Iván Mocholí, el de los 100 metros con 10.52 y viento favorable de +2,2, y de Christian de la Calle el de vallas con 14.03, su mejor marca personal.

La especialidad de martillo amagó con un cambio generacional. Javier Cienfuegos, júnior de primer año, se quedó a dos centímetros de su récord nacional de la categoría con 68,63, pero Moisés Campeny acabó venciendo y se apunto su décimo título con 69,72