El Ricoh Manresa vuelve un año después a la liga ACB, después de una serie de eliminatorias impecables (no ha perdido ni un solo partido), ante dos dignos rivales como han sido Los Barrios y el Ciudad de Huelva, Manresa volverá a disfrutar del baloncesto de máximo nivel.

Pero hasta llegar aquí, el conjunto catalán ha mostrado dos caras completamente opuestas. A

comienzos de enero, el Ricoh estaba más cerca del descenso -a una derrota- que de las eliminatorias por el título.

Entonces, el objetivo del ascenso parecía muy lejano. Pero un último tercio de liga prácticamente perfecto, con

11 victorias en 14 partidos, llevaron al Manresa a luchar por el ascenso cuando el equipo disfrutaba de su mejor momento.

En esta reacción hay dos nombres que son especialmente claves: el del entrenador Jaume Ponsarnau y el base Javi Rodríguez.

Ponsarnau tomó las riendas del Ricoh en un momento crítico: el equipo no jugaba como tal y los hombres, a priori determinantes, ofrecían un rendimiento muy inferior al esperado.

Pero con mucho trabajo, buen hacer y conocimiento del juego, Ponsarnau convirtió al Manresa en un equipo ganador. El base

Javi Rodríguez ha sido otro de los aciertos de la temporada. El gallego, que llegó a media temporada, aportó serenidad y claridad de ideas al ataque manresano.

El equipo quedó conformado definitivamente el pasado enero. De la plantilla presentada en pretemporada solamente han llegado al final seis jugadores (González, Martínez, Sánchez, Asselin, Rubio, y Miquel Feliu).

Este es el

quinto ascenso del Manresa. La que viene será la temporada número 35 en la elite del equipo catalán, donde, por éxitos (un título de liga y uno de Copa del Rey) y por partidos disputados (por el momento, 1.076), es un histórico.