Existe en el fútbol una norma no escrita: nunca, jamás, bajo ningún concepto, hay que tocar la copa que se entrega al vencedor antes de una final. Este miércoles, en Lyon, un jugador no lo cumplió.
Al salir los 22 jugadores del tunel de vestuarios antes de la final de la Europa League entre Olympique de Marsella y Atlético de Madrid, Dimitri Payet tocó la copa, que estaba a la entrada del campo.
El talentoso jugador galo, que llegó al partido con molestias, se resintió a poco del final de la primera parte, y abandonó el terreno de juego entre lágrimas. La mala suerte se había cebado con el futbolistas, y fueron muchos los que se acordaron del detalle de antes del inicio del partido, cuando el jugador había roto esa norma no escrita de no tocar la copa.
Maxime Lopez entró por Payet, pero sin su gran estrella, el Marsella no volvió a ser el mismo equipo. Payet tocó la copa al principio del partido y, como es norma, no la tocó más. Su equipo perdió la final claramente.
Dimitri Payet había tocado la copa al saltar los jugadores al terreno de juego, 30 minutos después se retira lesionado entre lágrimas. ¿Coincidencia? pic.twitter.com/bQfNe8qYGi
— Walter Estigarribia (@EstigarribiaPy) 16 de mayo de 2018
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