Tras un año sin equipo, y después de haber negociado con Arsenal y Chelsea, Luis Enrique llega a la selección. Así lo ha anunciado Luis Rubiales tras la Junta Directiva extraordinaria convocada para este lunes. A sus 47 años, afronta el gran reto nacional después de haberlo ganado todo en tres temporadas al frente del FC Barcelona: nueve títulos de trece posibles, incluidas dos Ligas, tres Copas y una Champions League.

El asturiano es lo más parecido a Luis Aragonés que ha pasado por el banquillo de la selección. Técnico pasional, competitivo y ganador al frente de una España que necesita una profunda revolución. Si se trata de reinventar un estilo caduco, él ya tiene experiencia. Lo hizo con el FC Barcelona, tras la 'era Guardiola-Vilanova' y la experiencia fallida de 'Tata' Martino.

De carácter fuerte y gen motivador, acostumbrado a trayectos cortos, deberá lidiar a partir de ahora con la presión que supone manejar un combinado nacional y, especialmente, con su odiada prensa.

El único borrón de su carrera lo echó en la Roma, aunque él mantiene que la experiencia le sirvió para “ser mejor entrenador”. El club italiano apostó por él cuando sólo había dirigido al filial azulgrana y los resultados no cumplieron las expectativas. El equipo acabó séptimo, fuera de Europa, y Luis Enrique se declaró sin fuerzas para regresar tras el verano a tratar de motivar a los jugadores.

Cargó las pilas con un año sabático y en verano de 2013 estaba de nuevo listo para entrenar. Estuvo a punto de recalar en el Barça, que se decantó finalmente por Martino para sustituir a Tito Vilanova. Al final aceptó la oferta del Celta, al que clasificó en una discreta novena posición pero con un fútbol atractivo que fue su mayor aval un año después para regresar, esta vez sí, al Barcelona.