La III Conferencia Mundial Antidopaje, la que busca un nuevo código, se inició ayer en Madrid con la petición de Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, de que Pat McQuaid, presidente de la Unión Ciclista Internacional, «no lance sombras de duda sobre el deporte español». Richard Pound, presidente saliente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), se reafirmó en su llamada hacia la unidad, en que «el dopaje es un fenómeno mucho más generalizado de lo que se imagina», que afecta «a cuerpos y almas». El cannabis seguirá siendo sustancia prohibida y se vigilarán los suplementos nutricionales.