Con otra medalla en el bolsillo, la lograda en el Eurobasket 2015, la selección femenina de baloncesto regreso de un largo viaje con cansancio pero también con la alegría de un nuevo éxito, algo que se está convirtiendo ya en costumbre.

Laura Nicholls, pieza clave de este equipo, y Lucila Pascua, una de las incombustibles veteranas de la selección con 14 años vistiendo la camiseta española, atendieron a 20minutos con la satisfacción del trabajo bien hecho y fijaron su próximo gran objetivo: los Juegos Olímpicos de Río del año que viene.

Tres medallas seguidas, 6 en 9 años, 7 en los últimos 8 Eurobaskets… ¿cuál es el secreto para tantos éxitos?

L.N.: Se ve en la pista, lo bien que nos lo pasamos, lo compañeras que somos, que somos una. El rival tiene un problema, no juega cinco contra cinco, juega contra todo un banquillo. Ese es el secreto, el trabajo y lo a gusto que estamos juntas.

L P.: Sobre todo la constancia que tiene este grupo, estas generaciones que se han juntado. El sacrificio y la falta de ego de cada una, todas ponen el 'yo' al servicio del 'nosotros'. Cada uno en el equipo sabe su posición y su rol en cada momento, yo llevo 14 años seguidos y he visto aquí que cada una son personas superadaptables y nada egoístas.

¿Tiene algún techo esta selección?

L.N.: No se sabe, creo que todavía no lo hemos alcanzado. Primero clasificarnos para los Juegos, a los que nos vamos a preparar desde ya para poder conseguir una medalla olímpica. ¿Techo? Ya veremos.

Espera un año muy duro con un Preolímpico que será clave.

L. N.: Sí, el año que viene va a ser duro, con un Preolímpico y después los Juegos. Se avecina un verano muy largo, también tenemos antes la clasificación para el Eurobasket durante el año. Va a ser un año muy largo, queda mucho camino.

L. P.: El preolímpico son cinco plazas con 12 equipos, y ahí esperemos que sea asequible y optemos a ir a otros Juegos. El preeuropeo va a servir un poco para trabajar también para el preolímpico, poner el equipo a punto. Estar en unos Juegos es algo muy grande.

Es lo que le falta a este equipo, una medalla olímpica.

L. N.: ¡Pedís rápido! Cuesta mucho conseguir las medallas, y ojalá lo consigamos.

L. P.: Pedir medalla olímpica son palabras mayores, pero yo creo que se puede hacer. Si seguimos con esta constancia y este trabajo podemos lograr clasificarnos y luego intentarlo.

Venían de ser campeonas de Europa y subcampeonas del mundo. ¿Les ha dejado un regusto un poco amargo la medalla de bronce?

L. N.: Se ha disfrutado. A cualquier deportista le gusta ganar el oro, pero no hay que perder la perspectiva de que todos los equipos quieren ganar, es muy difícil lograr un oro y más aún mantenerlo, no nos ha dejado mal gusto este bronce.

Sus victorias tienen cada vez mayor reconocimiento del público, pero aún queda mucho camino por recorrer tanto para el baloncesto como para el deporte femenino…

L. N.: Sí, aún queda mucho camino. Cuánto más nos vea la gente, más se va a enganchar, pero hemos conseguido algo muy bonito y es que a la gente le guste, además de vernos ganar, vernos jugar. Le gusta ver el ambiente que tenemos, como nos lo pasamos, eso es el gran logro de este equipo.

L. P.: El reconocimiento está, cuando ganas una medalla o un campeonato siempre lo hay, pero lo que falta con el deporte femenino es la constancia. Esto se acaba, empiezan las ligas de los distintos países y ahí radica el problema. El reconocimiento está, pero no la constancia en el seguimiento durante el año.

Después de tantos éxitos, es el momento de pedir a los patrocinadores que apuesten por el deporte femenino, conseguir tener una liga española fuerte como había antes sería muy importante.

L. N.: Estamos en el buen camino. La FEB hace una gran labor, y se están dando pasos adelante, pero esto es lo que hay. Lo de jugar en equipos extranjeros tiene una doble cara de la moneda. Salimos fuera, crecemos como jugadoras… Sí es cierto que estaría bien que la Liga española tuviera el nivel de antes, pero esto son ciclos y dentro de unos años seguro que vuelve a estar a gran nivel y seguro que yo me retiro aquí y a gran nivel.

L. P.: Es complicado. El dinero salía de ayuntamientos e instituciones públicas y eso se ha recortado con la crisis. Yo animo a las empresas privadas a que lo hagan, pero es un tema muy complicado.