Pasan los años y Laia Sanz sigue asombrando al mundo, superándose a sí misma sin un techo aparente que frene su progresión, en ascenso constante. En esta ocasión, la catalana firmó un noveno puesto en el Dakar que la convierte en la mejor piloto mujer de los 37 años de historia del raid más duro del mundo. Aunque ella valora más "estar entre los diez mejores" que el hito en sí. Ahora, se tomará un descanso para "aparcar la moto" y hacer "las cosas normales de una chica de mi edad". Así es ella, campeona... pero, sobre todo, sencilla.

El mejor puesto de una mujer en el Dakar. Suena bien...

¡Suena muy bien! No lo valoro solo por el hecho de ser un récord o una marca, sino porque un top-10 en el Dakar es siempre gratificante para cualquier piloto.

Cada año destroza la marca del anterior. ¿Cuál es su techo?

No lo sé (risas). Habrá que verlo, intentar seguir mejorando y ver hasta dónde puedo llegar.

¿Le gustaría pasarse a coches?

Sí. Siempre lo he dicho: los coches son una de mis grandes pasiones y me gustan igual o más que las motos. Claro que me gustaría correr algún día en el Dakar en coche.

¿Es difícil ganar una etapa en el Dakar?

Sí, lo es. Me encantaría ganar una etapa, pero es algo que veo muy difícil. Prefiero ser constante a lo largo de todo el Dakar.

¿Su secreto es más físico o mental?

Creo que es todo, y una complementa a la otra. Cuando estás bien físicamente, estás más tranquilo mentalmente. Y viceversa.

¿Sigue pensando que es imposible que una chica gane el Dakar?

Sí. Nos guste o no, hay una diferencia física que limita. A lo mejor viene otra chica y lo gana, pero es muy complicado.

¿Cómo llevan los chicos que una mujer haga tan buen papel?

En el Dakar me he ido ganando su respeto año a año, porque he ido mejorando gracias al trabajo. Este año, muchos chicos se quedaron sorprendidos por mi resultado, pero me van respetando y ven ya como algo normal que yo ando por allí (risas).

Al final del raid se le saltaron algunas lágrimas... Fuera del deporte, ¿qué le hace emocionarse?

¡Me cuesta llorar! (risas). Sin embargo, con las pelis no me pasa eso. A la que veo una peli un poco así, lloro enseguida.

¿Se toma vacaciones? ¿Aparcará la moto?

Sí, por fin la semana que viene ya estaré de vacaciones antes de volver a los entrenamientos. La moto la dejo aparcada, sí. Me iré a la playa, relax total y el teléfono apagado.

¿Cómo es Laia Sanz cuando se quita el mono y se baja de la moto?

Una chica normal. Me gusta mucho el motor, también en mi tiempo libre, pero en el día a día, en casa, soy normal, me gusta estar con mis amigos, con mi novio, la familia... Ir al cine, salir, pasarlo bien... lo normal de cualquier persona de mi edad.

¿Qué está pasando con las deportistas españolas, que lo ganan todo?

Empezamos a hacernos un hueco, que ya tocaba. Hay grandes deportistas hombres, pero también mujeres. Eso es algo muy bueno para el futuro, que se vea que el deporte también es cosa de chicas. Se está cambiando la imagen de la chica deportista 'marimacho': hay chicas muy buenas, muy guapas, muy femeninas y que hacen una vida muy normal.

Laia Sanz i Pla-Giribert (Barcelona, 11 de diciembre de 1985), es una piloto de trial, enduro y rally raid española. ha ganado trece veces el Mundial de trial y tres veces el de enduro. Con su noveno puesto, ha logrado la mejor clasificación de una mujer en el rally Dakar.